3I/ATLAS, apenas uno de una serie de visitantes interestelares que llegarán

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3I/ATLAS, el primero de varios visitantes interestelares.

LANOTA.- La Agencia Espacial Europea (ESA) lidera una misión que promete revolucionar la observación de visitantes cósmicos: la Comet Interceptor. Este proyecto, que se lanzará en los próximos años, colocará una sonda en el estratégico punto Lagrange 2, un lugar privilegiado del espacio desde donde podrá localizar cometas y cuerpos interestelares antes de que se acerquen a nuestro Sistema Solar.

“La llegada del cometa 3I/ATLAS no será un hecho aislado”, advirtió la NASA, recordando que nuestro entorno cósmico está en constante movimiento y lleno de sorpresas por descubrir.

UNA SAGA ESPACIAL: ESPERANDO EL OBJETIVO PERFECTO

El plan de la Comet Interceptor es simple en concepto pero complejo en ejecución: la sonda será lanzada y dejada en espera, pacientemente observando el espacio. Una vez detectado un cometa de largo período o el próximo visitante interestelar, ejecutará maniobras de intercepción para estudiarlo de cerca. Esta estrategia permite disponer del tiempo necesario para alcanzar con precisión su objetivo, un desafío que combina astronomía, ingeniería y física de vanguardia.

Gracias a los avances en detección óptica y a la inminente operación del Observatorio Vera Rubin en Chile, los astrónomos esperan identificar entre uno y dos objetos interestelares cada año, cada uno ofreciendo pistas sobre condiciones extremas de otros sistemas estelares, formaciones planetarias exóticas e incluso materiales precursores de la vida.

LA CARRERA CONTRA EL TIEMPO

Detectar estos cuerpos es solo el primer paso: alcanzarlos representa un reto gigantesco. La combinación de altas velocidades y el breve margen desde el descubrimiento exige soluciones de propulsión ultrarrápida y maniobras asistidas por gravedad, en las que la NASA y otras agencias internacionales ya trabajan intensamente.

Mientras tanto, telescopios espaciales como Hubble y Webb, junto con sondas en Marte, han contribuido con datos clave sobre 3I/ATLAS, un cometa que podría tener más de 7,000 millones de años y un núcleo de entre 400 metros y 3 kilómetros. Su edad lo convierte en un testigo de la evolución del cosmos, ofreciendo una ventana única al origen y la historia de nuestra galaxia.

3I/ATLAS: UN VIEJO TESTIGO DEL COSMOS

El cometa 3I/ATLAS viaja por la llamada región del disco delgado de la Vía Láctea, zona repleta de estrellas jóvenes, aunque su origen podría situarse en la frontera con el disco grueso, hogar de cuerpos mucho más antiguos y pobres en metales. Con aproximadamente 10.000 millones de años, duplica la edad del Sol y nos recuerda que el Sistema Solar es solo un actor en una vasta red galáctica, donde cada visitante interestelar tiene algo que contar.

El estudio de estos cometas ya no es mera teoría: son protagonistas reales de la exploración espacial, y gracias a misiones como la Comet Interceptor, pronto podrían revelar secretos de mundos que nunca imaginaríamos visitar.

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