“El Mata Novias” y la fuga de policías: Atoyac bajo investigación y prevención

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Los polícías detenidos.

LANOTA.- La madrugada del 27 de octubre de 2025, el eco de los disparos rompió la calma en Potrero Nuevo, una pequeña comunidad del municipio de Atoyac, Veracruz, acostumbrada al ruido de los bares, pero no a las balas.

Agentes ministeriales habían acudido para cumplimentar una orden de aprehensión derivada de una denuncia anónima sobre la presencia de hombres armados en el bar Potrero Nuevo.

El operativo se salió de control en segundos: una ráfaga de fuego cruzado dejó cuatro personas muertas —entre ellas una mujer— y tres agentes heridos.

En medio del caos, los policías municipales se mantuvieron al margen. No dispararon, no auxiliaron, no respondieron. Esa inacción los tiene hoy tras las rejas.

EL PESO DE LA OMISIÓN

Un juez de control decidió vincular a proceso a once elementos de la Policía Municipal de Atoyac por los delitos de incumplimiento de un deber legal y ejercicio indebido del servicio público.

La Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGEV) sostiene que los agentes se negaron a brindar apoyo a los ministeriales, y que esa omisión podría estar ligada a una colaboración activa con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que controla la región.

Los implicados —Francisco “N”, José Irineo “N”, Gabina “N”, Artemio “N”, Selma “N”, Cristóbal “N”, Alejandro “N”, José Roberto “N” y Axel Baltazar “N”— permanecerán bajo prisión preventiva justificada en el Centro Penitenciario de Amatlán, en La Toma.
Otros dos, Juan Carlos “N” y Alejandro “N”, enfrentan cargos adicionales por delitos contra la salud.

EL “MATA NOVIAS”: LA SOMBRA DEL CJNG

El operativo tenía un nombre en la mira: José Eduardo “N”, alias “El Lalo” o “El Mata Novias”, señalado como jefe de plaza del CJNG en la región de las Altas Montañas.
El apodo que cargaba —nacido de su brutal historial de feminicidios y agresiones— se convirtió en símbolo del terror local.

Según las investigaciones, este líder criminal habría tejido una red dedicada al cobro de piso, tráfico de armas, extorsión y venta de drogas, con la presunta protección de mandos municipales.

Durante el enfrentamiento, “El Mata Novias” cayó abatido, pero su muerte destapó una red de complicidades que llevaba años fermentando en silencio.

LA FUGA QUE LO DIJO TODO

Horas después del operativo, el comandante de la policía municipal y al menos cinco de sus subordinados desaparecieron.

Cuando los ministeriales llegaron a la comandancia, el edificio estaba vacío: uniformes tirados, escritorios abiertos, radios encendidos. Ese abandono, para la Fiscalía, fue la señal más clara de colusión con el crimen organizado.

La FGEV continúa recabando pruebas para determinar el grado de participación de cada uno de los implicados, pero el mensaje judicial ya fue contundente: la omisión también se castiga.

ATOYAC, BAJO NUEVOS MANDOS

Tras la detención de los once policías, la corporación municipal fue desarmada y fuerzas federales y estatales tomaron el control de la seguridad en Atoyac.
Patrullas de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad Pública recorren ahora las calles donde antes se veía el azul municipal.

En los accesos a Potrero Nuevo y Córdoba se instalaron filtros de revisión permanentes, y la fiscalía mantiene un despliegue operativo para capturar a los mandos prófugos y desmantelar la red de protección al CJNG.

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