LANOTA.- Vecinos del municipio de El Oro, Estado de México, realizaron una protesta y amarraron a cuatro funcionarios municipales tras expresar su descontento por la falta de agua potable y la interrupción del servicio de recolección de basura. Los manifestantes exigieron la destitución de la alcaldesa Juana Elizabeth Díaz Peñaloza, del partido Morena, a quien acusan de corrupción y negligencia en la administración pública.
ORIGEN DE LA PROTESTA
Durante la movilización, los vecinos colocaron un tendedero con basura frente al Palacio Municipal y exhibieron cartulinas con sus demandas. Además, bloquearon vialidades para visibilizar su inconformidad. En el transcurso de la protesta, interceptaron a cuatro funcionarios, los rodearon y amarraron con lazos, advirtiendo que no serían liberados hasta que la alcaldesa se presentara para atender las problemáticas.
ADMINISTRACIÓN EN CRISIS
Los manifestantes acusan a la alcaldesa y a funcionarios de su administración –todos vinculados a Morena– de mala gestión y corrupción, lo que ha afectado los servicios básicos del municipio. Regidores del Cabildo solicitaron al Congreso del Estado de México la destitución inmediata de la presidenta municipal, argumentando falta de capacidad y presunta corrupción.
VOCES DE LOS HABITANTES
“Se pudrió todo. No tenemos agua, la basura no se recoge, y nadie nos explica qué está pasando”, declaró una vecina participante de la protesta.
“Nos amarraron hasta que la alcaldesa salga a atendernos; no vamos a soltar hasta que dé la cara”, advirtió otro manifestante.
CONSECUENCIAS LOCALES
El municipio de El Oro, conocido por su actividad turística y artesanal, depende de servicios públicos eficientes para su desarrollo. Las fallas en agua, recolección de basura y mantenimiento urbano no solo afectan la calidad de vida de los habitantes, sino también la economía local y la estabilidad comunitaria.
RETO PARA LAS AUTORIDADES
Las autoridades municipales y estatales deben responder de manera inmediata a las demandas ciudadanas, incluyendo agua segura, recolección de basura y rendición de cuentas, así como reconstruir la confianza de la comunidad y la gobernabilidad local para evitar que las protestas se prolonguen o escalen.
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