LANOTA.– La desaparición y muerte de B‑King y DJ Regio Clown no solo conmocionó al mundo musical, sino que dejó al descubierto un vínculo mortal con la droga 2C‑B, también conocida como tusi o cocaína rosa, popular en ambientes de música electrónica y fiestas exclusivas.
Lo que comenzó como una noche de diversión terminó en un escenario de violencia, desmembramiento y advertencias narco que sobrepasan la imaginación.
DESAPARICIÓN Y HALLAZGO MACABRO
El 16 de septiembre, ambos artistas salieron de un gimnasio en Polanco, Ciudad de México, y nunca regresaron. Dos días después, sus cuerpos fueron hallados desmembrados en un camino entre Cocotitlán y el Estado de México, junto a una narcomanta firmada por la Familia Michoacana, con mensajes de advertencia: “Llegó la FM, esto va para todos los chapulines… vamos por todo”.
LA DROGA 2C‑B, UN HILO QUE CONDUCE AL CRIMEN
Amigos y allegados de los músicos señalaron que la relación con la droga 2C‑B, que mezcla anfetaminas y colorantes en su versión conocida como tusi o cocaína rosa, pudo haber sido detonante del crimen. La sustancia se ha convertido en un producto de alto valor en círculos de lujo y fiestas electrónicas, y algunas teorías apuntan a que los artistas podrían haber estado involucrados en su distribución, convirtiéndose en objetivos de mafias y organizaciones criminales.
ACTORES SOMBRÍOS Y DETENCIONES
En el marco de la investigación, la actriz venezolana Angie Miller fue detenida por su presunta vinculación con los hechos, debido a relaciones cercanas con B‑King y Regio Clown (elpais.com).
Desde Colombia, el presidente Gustavo Petro elevó el caso a nivel diplomático, mientras las autoridades mexicanas insisten en que la investigación sigue su curso, con apoyo del gabinete de seguridad y la Fiscalía capitalina.
LO QUE PERMANECE OSCURO
- La motivación exacta del doble homicidio sigue sin esclarecerse.
- No hay certeza de que los artistas distribuyeran 2C‑B; podrían haber sido víctimas colaterales.
- Se mantienen dudas sobre vínculos con mafias, advertencias previas y control territorial de la droga.
- México y Colombia consideran el caso un asunto de Estado, con exigencia de resultados y transparencia.
EL ECO DE LA MUERTE
En medio del glamour, la música y la juventud, la cocaína rosa se cruzó con la violencia. Los ecos de B‑King y Regio Clown resuenan entre lamentos, indignación y exigencias de justicia. El lujo, la fama y la música dejaron paso a la sangre, recordándonos que en ciertos territorios, la fiesta puede convertirse en tragedia mortal.
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