LANOTA.MX. Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, habría presentado su renuncia, según fuentes no oficiales al interior de la dependencia.
La noticia, aún sin confirmación oficial, cayó como un balde de agua fría en un momento en que la economía mexicana enfrenta uno de sus periodos más delicados en años recientes.
Ramírez de la O, un economista con décadas de experiencia y cercano colaborador del presidente Andrés Manuel López Obrador, había asumido el cargo en agosto de 2021. Su llegada fue vista como un intento de estabilizar las finanzas públicas en medio de la pandemia y los desafíos económicos globales. Sin embargo, en los últimos meses, su presencia pública se había vuelto cada vez más discreta, casi evasiva, lo que alimentó especulaciones sobre su futuro en el gobierno.
El contexto no podía ser más complicado. México atraviesa una desaceleración económica, con un crecimiento que apenas alcanzaría 0.6% en 2025, según el Banco de México. Además, el país enfrenta presiones inflacionarias, incertidumbre en los mercados internacionales y una transición gubernamental que no ha estado exenta de tensiones. En este escenario, la posible salida de Ramírez de la O abre más preguntas que respuestas.
SUBSECRETARIO ÉDGAR AMADOR, EL RELEVO
Según fuentes cercanas a la dependencia, el subsecretario de Hacienda, Édgar Amador, estaría listo para tomar el relevo. Amador, un funcionario con una sólida trayectoria en el sector financiero, ha sido pieza clave en la gestión económica de la Ciudad de México y cuenta con la confianza de la presidenta Claudia Sheinbaum. Sin embargo, su nombramiento no ha sido oficializado, lo que deja un vacío de información en un momento en que la claridad es más necesaria que nunca.
Mientras tanto, los mercados reaccionan con cautela. La renuncia de un secretario de Hacienda en plena crisis económica no es un tema menor. ¿Fue una decisión personal? ¿Hubo desacuerdos internos? ¿O simplemente es el final de un ciclo para un funcionario que, a sus 76 años, podría estar buscando un merecido descanso? Las respuestas aún no están claras.
o que sí es evidente es que la economía mexicana se encuentra en una encrucijada. Con pronósticos sombríos, una inflación que no cede y un entorno global volátil, la salida de Ramírez de la O —confirmada o no— marca un punto de inflexión. Ahora, la pregunta que todos se hacen es: ¿quién tomará las riendas de Hacienda en este momento crítico, y qué rumbo tomará la política económica en los próximos meses?
Por ahora, el silencio oficial solo aumenta la incertidumbre. Y en medio de este vacío, una cosa es segura: la renuncia de Ramírez de la O, sea cierta o no, ya está generando olas en un mar que ya estaba agitado.
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