LANOTA.– La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, confirmó públicamente que atraviesa un proceso de divorcio con Carlos Torres Torres, excoordinador de proyectos especiales del Ayuntamiento de Tijuana, en medio de un escenario político y mediático marcado por la polémica y las recientes tensiones con Estados Unidos.
Durante una conferencia de prensa, la mandataria reconoció que la separación se desarrolla “con respeto y cariño”, y pidió a los medios no convertir el tema en un escándalo.
“Estamos en proceso de divorcio. Respeto mucho a Carlos, es un gran hombre y un gran papá. Lo estamos haciendo con mucho cariño y con mucho respeto”, señaló.
UNA SEPARACIÓN EN TIEMPOS DE TORMENTA
El anuncio ocurre a cinco meses de que ambos perdieran su visa estadounidense, un hecho que detonó especulaciones sobre posibles investigaciones del Departamento de Estado. Aunque nunca se hizo pública una causa oficial, el hecho llevó a Torres a renunciar a su cargo en junio pasado, alegando motivos personales.
En su momento, el exfuncionario aseguró que consultaría con un especialista en derecho migratorio internacional para intentar revertir la revocación del documento. La gobernadora, por su parte, ha mantenido un tono prudente, limitándose a señalar que su caso responde a “temas administrativos”.
UN MATRIMONIO QUE NACIÓ EN LA POLÍTICA
La historia de la pareja comenzó en 2019, cuando ambos compartían proyectos en el ámbito público. Ese mismo año se casaron, y durante su gestión como gobernadora, Marina del Pilar publicó mensajes en redes sociales celebrando su quinto aniversario, describiendo su unión como “un equipo en lo personal y en lo público”.
Hoy, ese vínculo parece haber llegado a su fin, aunque —según la mandataria— sin conflictos.
“Es una decisión que tomamos de manera madura, priorizando siempre a nuestra familia”, insistió.
ENTRE POLÉMICAS Y DESCONFIANZA DIPLOMÁTICA
El retiro simultáneo de las visas de ambos generó una oleada de versiones que los relacionaban con investigaciones sobre lavado de dinero y vínculos con el crimen organizado, rumores nunca confirmados oficialmente. Sin embargo, el caso escaló hasta el ámbito legislativo: senadores y líderes del PAN exigieron al gobierno federal transparencia sobre la situación.
Marina del Pilar lamentó que su estado haya sido incluido en la lista de alertas de viaje del Departamento de Estado, y aseguró que continúa en diálogo con las autoridades estadounidenses para recuperar el visado.
“No hay nada irregular. Se trata de procesos administrativos que estamos atendiendo”, afirmó.
LLAMADO A LA DISCRECIÓN
Antes de concluir la conferencia, la gobernadora pidió “trato sensible y responsable” por parte de los medios ante su situación personal.
“Soy una servidora pública, pero también una madre y una mujer. Les pido respeto para mi familia”, expresó.
Mientras tanto, Baja California sigue enfrentando una serie de retos en materia de seguridad y relaciones internacionales, con una mandataria que ahora busca mantener el equilibrio entre su vida personal y la política estatal.
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