Dos cardenales mexicanos, protagonistas de la “carrera papal” en cónclave

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Esto es lo que nadie te dice sobre el cónclave que redefinirá la fe mundial

Esto es lo que nadie te dice sobre el cónclave que redefinirá la fe mundial.

LANOTA.–  El lunes 21 de abril de 2025, a las 7:35 a.m., falleció en la Casa Santa Marta del Vaticano el Papa Francisco, a los 88 años, tras batallar contra una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado 38 días en el Policlínico Gemelli de Roma. Con su muerte, la Iglesia Católica declaró oficialmente vacante el Sillón de San Pedro y puso en marcha el protocolo para designar al próximo pontífice.

ORÍGENES DEL SISTEMA DE ELECCIÓN PAPAL

El mecanismo actual hunde sus raíces en el decreto de 1059, promulgado por el Papa Nicolás II, que estableció a los cardenales obispos como únicos electores, dejando atrás la influencia de la aristocracia romana y del bajo clero. En 1150, ese grupo se formalizó como el Colegio Cardenalicio, cuerpo responsable de elegir al líder espiritual de más de mil millones de católicos.

PLAZOS Y COMPOSICIÓN DEL COLEGIO CARDENALICIO

Según normas vigentes desde 1922, el cónclave se convoca entre 15 y 20 días después de la vacancia, periodo que facilita la llegada de los cardenales desde todos los continentes. Hoy integran el Colegio 252 cardenales, pero solo 138 votan en el cónclave —aquellos menores de 80 años—.

Cardenales mexicanos con voto

De los seis mexicanos nombrados cardenales, Carlos Aguiar Retes (arzobispo primado de México) y Francisco Robles Ortega (arzobispo de Guadalajara) cumplen el requisito de edad y, por tanto, podrán participar en la elección.

  • Carlos Aguiar Retes (n. 1950), creado cardenal en 2016 por Francisco, dirige la arquidiócesis más poblada de América Latina.
  • Francisco Robles Ortega (n. 1949), nombrado cardenal en 2011 por Benedicto XVI, ha liderado con énfasis en la defensa de valores tradicionales y el fortalecimiento pastoral.

Los cardenales Alberto Suárez Inda, Felipe Arizmendi Esquivel, Juan Sandoval Íñiguez y Norberto Rivera Carrera quedan fuera de voto por superar la edad límite, aunque mantienen su título y prestigio eclesiástico.

EL CÓNCLAVE Y EL HUMO BLANCO

El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina, bajo estricta confidencialidad. Los cardenales electores se aíslan completamente, juran guardar secreto y solo se relacionan con un reducido equipo de asistentes. El proceso de votación consta de tres fases:

  1. Preescrutinio: reparto de papeletas y designación de encargados de la logística.
  2. Escrutinio: emisión de los votos de forma anónima.
  3. Postescrutinio: conteo, verificación y quema de votos.

Para informar al mundo, el Vaticano utiliza una chimenea: el humo negro indica que no hay acuerdo, mientras que el humo blanco anuncia la elección del nuevo Papa. Desde 2005, emplea una mezcla química —clorato potásico, lactosa y resina de conífera— para garantizar la pureza del color blanco y una fórmula distinta para el negro.

Con el inicio de este proceso, la Iglesia entrará en uno de sus capítulos más observados: la elección del sucesor de Francisco, con la expectativa de mantener el impulso reformista y humanista que caracterizó su pontificado.

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