LANOTA.MX. El aire en Atajeas de Covarrubias, Jalisco, estaba cargado de tensión aquel día. Entre los caminos polvorientos y las casas modestas, un operativo silencioso pero implacable se desarrollaba.
Era una misión que llevaba semanas de planeación: la captura de Abraham Oseguera Cervantes, “Don Rodo”, el hermano de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, el líder más escurridizo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La Guardia Nacional, apoyada por inteligencia de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), había rastreado sus movimientos. Sabían que “Don Rodo” no era solo un nombre más en la lista de objetivos: era el cerebro financiero del CJNG, el hombre que convertía el dinero manchado de sangre en propiedades, ranchos y minas de oro.
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Cuando finalmente lo ubicaron, no estaba solo. Tres cómplices lo acompañaban, todos armados. El operativo fue rápido y preciso. Al final, las autoridades aseguraron armas de alto poder, fajos de dinero en efectivo y dosis de droga. Pero más allá de lo incautado, la captura de “Don Rodo” representaba un golpe simbólico al CJNG, una organización que ha sembrado terror en México y más allá de sus fronteras.
UNA LIBERACIÓN QUE CONMOCIONÓ
Sin embargo, esta no era la primera vez que “Don Rodo” enfrentaba a la justicia. En abril de 2024, un juez federal había ordenado su liberación. El magistrado Rogelio León Díaz Villarreal argumentó que las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR) no eran suficientes para sostener las acusaciones de narcotráfico y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército.
La decisión cayó como un balde de agua fría. Para muchos, fue un recordatorio de las debilidades del sistema judicial mexicano. Aunque la orden de liberación se emitió el 28 de abril, “Don Rodo” permaneció en el Penal del Altiplano hasta la madrugada del 30 de abril, un retraso que su equipo legal calificó como una violación a sus derechos.
Su abogado, Víctor Beltrán, anunció que prepararía un amparo, pero para entonces, Abraham ya caminaba libre.
LA SOMBRA DE “EL MENCHO”
Mientras “Don Rodo” recuperaba su libertad, su hermano, “El Mencho”, seguía prófugo, convertido en una leyenda del crimen organizado. Nemesio Oseguera Cervantes no solo es el líder del CJNG, sino también uno de los narcotraficantes más buscados del mundo. Su organización controla rutas de droga, extorsiona comunidades y siembra violencia en varios estados de México.
Abraham, por su parte, era el encargado de lavar el dinero sucio. Según las investigaciones, utilizaba una red de notarios públicos en Ciudad Guzmán y Autlán de Navarro para comprar propiedades y cambiar nombres en los registros. Su esposa, Virginia León Osornio, también está bajo la lupa por invertir en minas de oro en Michoacán y Nayarit, supuestamente para aumentar el patrimonio de “El Mencho”.
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