México traslada 29 reos a EU: “No es extradición, fue Seguridad Nacional”

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Gabinete de Seguridad.

LANOTA.MX.  La madrugada en que 29 reos de alta peligrosidad fueron trasladados a Estados Unidos, el operativo se desplegó con precisión quirúrgica. No fue una extradición, sino un traslado, aclararon después las autoridades. Aún así, el vuelo que los llevó fuera de México tenía un peso simbólico: la seguridad nacional y la presión estadounidense se entrelazaban en una decisión ejecutada con rapidez.

En conferencia de prensa, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y el fiscal general Alejandro Gertz Manero ofrecieron detalles. “Esta no fue una decisión política, sino de seguridad”, subrayó Harfuch, insistiendo en que la presidenta Claudia Sheinbaum no tuvo injerencia. Gertz Manero, por su parte, justificó el traslado con base en una solicitud formal del gobierno estadounidense, alineada con la Ley de Seguridad Nacional y el artículo 89 de la Constitución.

BUSCABAN SER LIBERADOS: HARFUCH

Detrás de la urgencia había algo más. “Algunos de estos objetivos buscaban ser liberados o se pretendía favorecerlos con acuerdos judiciales”, reveló Harfuch. El mensaje era claro: México no permitiría que sus tribunales se convirtieran en una puerta giratoria. El fiscal general añadió un dato inquietante: juicios estancados por 11 y 8 años, con plazos legales de apenas 45 días, señalando retrasos injustificados en el Poder Judicial. Cuando le preguntaron si habría investigaciones por corrupción, su respuesta fue tajante: “Lo que se tenga que hacer, por supuesto”.

El traslado no pasó desapercibido en Washington. Mientras Estados Unidos presiona con un arancel del 25% a productos mexicanos, algunos cuestionaron si esta acción ayudaría a evitar represalias comerciales. Gertz Manero lo negó: “No hay relación alguna. México ha cumplido y no hay razón para sanciones”.

Aún con esta postura, la administración Sheinbaum deja entrever el tono de su relación con Washington en materia de seguridad. Si este traslado es un precedente, México parece estar enviando un mensaje firme: colaboración, pero con autonomía. El Gabinete de Seguridad cierra filas y marca distancia de cualquier interpretación política. “Esto es un acto de justicia y autoridad”, remató Harfuch. La pregunta sigue en el aire: ¿se convertirá este procedimiento en la nueva normalidad?

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