LANOTA.MX. La mañana del 3 de febrero, Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue escenario de una jornada de violencia que sacudió la tranquilidad de sus calles. Agentes de la Guardia Nacional, en un operativo para capturar a Ricardo “G”, alias ‘El Ricky’, jefe regional del Cártel del Noreste (CDN), se encontraron con una feroz resistencia por parte de presuntos criminales.
Los ataques a tiros en varias zonas de la ciudad no solo pusieron en riesgo la vida de las fuerzas de seguridad, sino que también dejaron una estela de caos y miedo en la población civil.
BLOQUEOS CARRETEROS Y ACCIONES DE SICARIOS
Durante el operativo, las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal recibieron reportes sobre dos bloqueos carreteros. En un acto de desestabilización, civiles armados colocaron un tráiler para bloquear la circulación en la calle Prolongación Nicaragua, cerca del motel Los Ángeles.
Un segundo bloqueo se registró en la carretera Nuevo Laredo-Monterrey, donde sicarios abandonaron un autobús en las inmediaciones del Ejido Alijadores. Ambos obstáculos fueron despejados por elementos de la Guardia Estatal, con el respaldo de la Secretaría de la Defensa Nacional.
ROBO DE VEHÍCULOS Y ALERTAS A LA CIUDADANÍA
Mientras tanto, los habitantes de Nuevo Laredo no tardaron en alertar sobre el robo de vehículos particulares en plena jornada de violencia. A través de redes sociales como Facebook y X, comenzaron a circular denuncias sobre grupos armados que despojaban a los ciudadanos de sus automóviles. La comunidad pidió ayuda a quienes pudieran haber encontrado alguna de las unidades robadas, generando aún más incertidumbre entre los residentes.
La situación escaló rápidamente, provocando que el Consulado de Estados Unidos en México emitiera una alerta para prevenir a sus ciudadanos sobre los riesgos de salir a la calle. A medida que los enfrentamientos entre fuerzas federales y sicarios continuaban, la alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas, pidió a la población permanecer en sus casas. “Manténganse resguardados y tomen precauciones para evitar incidentes”, instó a través de su perfil de Facebook, mientras se coordinaba con las autoridades para garantizar la seguridad.
AEROPUERTO SUSPENDE OPERACIONES POR SEGURIDAD
El impacto de los enfrentamientos también llegó al Aeropuerto Internacional Quetzalcóatl, que suspendió sus operaciones para el resto del día. En un comunicado, la presidenta municipal informó que todos los vuelos programados quedaban cancelados y se reprogramarían para el 4 de febrero. La medida se adoptó para salvaguardar la seguridad de los pasajeros, tripulaciones y personal operativo, ante los bloqueos y el riesgo en las inmediaciones del aeropuerto.
Nuevo Laredo, atrapado entre el fuego cruzado de la violencia organizada, sigue luchando por su seguridad mientras las autoridades buscan recuperar el control de las calles.
