LANOTA.- La violencia volvió a rugir en Sinaloa. En menos de 24 horas, dos operativos federales en Culiacán y Navolato dejaron 18 personas detenidas, decenas de armas aseguradas y vehículos incautados, en una jornada que exhibe —una vez más— que el corazón del Cártel de Sinaloa sigue dividido por la guerra interna entre Los Chapitos y Los Mayos.
ENFRENTAMIENTO EN CULIACÁN: EL GOLPE A LOS CHAPITOS
En un fraccionamiento al noroeste de la capital sinaloense, la Secretaría de Marina (Semar) y el grupo interinstitucional “Todos por Sinaloa” respondieron a una denuncia anónima sobre la presencia de civiles armados. Al llegar, fueron recibidos con disparos. El intercambio de fuego terminó con siete personas detenidas —seis hombres y una mujer—, presuntamente ligadas a Los Chapitos, la facción de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
Los marinos aseguraron cinco armas largas, 33 cargadores, 818 cartuchos útiles y un vehículo. Los detenidos fueron trasladados a la delegación estatal de la Fiscalía General de la República (FGR).
El operativo coincidió con la visita del secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, quien ese mismo día se reunió con el gobernador Rubén Rocha Moya para revisar la estrategia de pacificación. Los enfrentamientos, sin embargo, enviaron un mensaje claro: la violencia no da tregua, ni siquiera bajo vigilancia federal.

NAVOLATO: EL OTRO FRENTE, LOS MAYOS
Horas después, a unos 30 kilómetros de distancia, otro despliegue policiaco se realizaba en el campo San Luis, municipio de Navolato. Elementos del Grupo de Operaciones Especiales Sinaloa (GOES) detectaron una célula armada y capturaron a 11 hombres vinculados a Los Mayos, encabezados por Ismael “El Mayo” Zambada.
El arsenal decomisado incluyó dos ametralladoras, fusiles, pistolas, cartuchos, chalecos y cascos tácticos, además de dos vehículos, uno de ellos con blindaje artesanal.
Los detenidos, pertenecientes a “La Mayiza”, fueron entregados también a la FGR, lo que refuerza la tesis de que ambas facciones —la de los Guzmán y la de Zambada— se disputan el control de rutas y territorios en la zona agrícola y portuaria de Sinaloa.

SINALOA, EN EL FOCO DE LA INSEGURIDAD
Los enfrentamientos del 23 de octubre ocurrieron apenas días después de que el INEGI revelara en su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que Culiacán es la ciudad con mayor percepción de inseguridad del país, con un 88.3% de sus habitantes que dicen sentirse inseguros.
La cifra coloca a la capital sinaloense por encima de Irapuato y Chilpancingo, confirmando que la vida diaria transcurre entre la desconfianza y el miedo.
UNA GUERRA QUE NO CEDE
Aunque el discurso oficial insiste en la coordinación entre fuerzas estatales y federales, los resultados del 23 de octubre exhiben la persistencia de estructuras armadas bien organizadas y la fragilidad del control territorial.
En Sinaloa, la violencia no se ha ido: solo cambió de rostro, de bando y de hora.
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