Un cargamento, un informante y una traición: el principio del fin de Los Chapitos

La infiltración de la DEA a la facción de Los Chapitos permitió documentar durante más de un año los movimientos, rutas y métodos de distribución de fentanilo del Cártel de Sinaloa. A través de rastreadores ocultos, informantes y agentes encubiertos, el gobierno de Estados Unidos obtuvo evidencia que vincula directamente a Ovidio y Joaquín Guzmán López con el tráfico del opioide más letal del continente. La caída del primero, y la entrega pactada del segundo, revelan fracturas internas en el cártel y abren un nuevo capítulo en la guerra contra el narco.