LANOTA.- Los Chapitos no cayeron tras la detención de El Chapo en 2016. Su declive comenzó años después, cuando rupturas internas y guerras intestinas dentro de la estructura fracturaron la organización.
En julio de 2024, la facción estalló en conflicto con Los Mayitos, grupo leal a Ismael “El Mayo” Zambada, desencadenando un enfrentamiento que marcaría la fase final de la banda.
“El aumento de la presión táctica del aparato de seguridad mexicano y las traiciones internas han dejado a Los Chapitos sin control territorial y sin liderazgo sólido”, comenta un analista de seguridad que sigue de cerca la evolución del cartel.
LOS LÍDERES ESCURRIDIZOS
Hoy, la banda es conducida por Iván Archivaldo Guzmán y Aureliano “Guano” Guzmán Loera, hermanos de “El Chapo”. Sin embargo, ambos viven refugiados y escurridizos, sin aparecer públicamente desde hace meses.
“Su ausencia del terreno se interpreta, en el submundo criminal, como una falta de control absoluto de sus territorios y operaciones”, explica el mismo especialista.
Mientras tanto, Ovidio Guzmán López había sido extraditado en 2023 y Joaquín “El Güero” Guzmán se entregó en julio de 2024, arrastrando incluso a “El Mayo” en un movimiento que selló la ruptura definitiva con Los Mayitos.
EL TERRENO SE VUELVE LETAL
La presión no solo viene de dentro. Sicarios de la Organización Beltrán Leyva y aliados de “El Mayo” han atacado sistemáticamente los bastiones de Los Chapitos, provocando la muerte de miles de sus hombres.
“Guano se esconde en áreas desoladas entre Durango y Sinaloa, mientras Iván rara vez fue visto desde la entrega de Joaquín. La incertidumbre genera miedo entre sus propios seguidores”, relata un investigador del narcotráfico.
La moral de la organización se desploma, y los rivales no pierden oportunidad de burlarse del debilitamiento de sus antiguos enemigos.
LOS RECUERDOS DE GLORIA
Hoy, los miembros sobrevivientes recuerdan los años de auge bajo El Chapo, El Mayo y El Azul, cuando el cartel dominaba rutas de droga, territorio y poder económico. Los relatos se llenan de nostalgia y de miedo: la gloria ha dejado paso a la incertidumbre y a la desconfianza.
EL FIN DE UNA ERA
El declive de Los Chapitos parece replicar el patrón histórico de otros carteles mexicanos: el Cartel del Golfo, el de Tijuana y Los Zetas desaparecieron tras la extradición o muerte de sus líderes, dejando un vacío de poder y territorio.
“México probablemente esté presenciando el final de una era histórica, en la que el Cartel de Sinaloa, el más grande de todos, deje de existir tal como lo conocimos”, concluye el analista.
Mientras los Chapitos sobreviven entre madrigueras rurales y constantes ataques, el reloj de su ocaso avanza inexorable, y el submundo del narcotráfico mexicano se prepara para una nueva cartografía de poder, marcada por el misterio, la traición y la violencia.
Síguenos en @LaNotaDeMexico







