Las perspectivas económicas no parecen favorables para México.
LANOTA.MX. El Producto Interno Bruto (PIB) de México registró un crecimiento de solo 1.2% en 2024, el más bajo en tres años, según datos del Inegi. Las proyecciones de organismos internacionales y bancos quedaron en el aire: el FMI esperaba 1.8%, el Banco Mundial 1.7%, y Citi calculaba 1.5%, pero ninguna se cumplió.
Sin embargo, lo más preocupante es el cierre de año: el PIB cayó 0.6% en el último trimestre, la primera contracción desde 2021 y superior a la baja de 0.2% que preveían analistas. La desaceleración confirma una tendencia negativa, con el crecimiento anual en caída libre desde 2021, cuando alcanzó 6.3%, bajando a 3.9% en 2022, luego 3.3% en 2023 y ahora apenas 1.2%.
Los sectores más dinámicos fueron las actividades terciarias (comercio y servicios), que crecieron 2.1%, aunque por debajo del 3.4% del año anterior. La producción industrial se mantuvo estancada, mientras que la actividad agropecuaria mostró un avance marginal.
PERSPECTIVAS PARA 2025: INCERTIDUMBRE Y DESAFÍOS
El panorama para 2025 es incierto y desafiante. La contracción del último trimestre de 2024 sugiere que la economía podría arrancar el año con un crecimiento débil o incluso en números rojos.
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Entre los factores clave que marcarán el desempeño económico destacan:
- Incertidumbre política en EE.UU.: La posible vuelta de Donald Trump a la presidencia y su amenaza de aranceles a México podría afectar el comercio y la inversión.
- Consumo moderado: Con un crecimiento bajo y menor generación de empleo, el consumo interno podría enfriarse, impactando sectores como el comercio y los servicios.
- Menor inversión pública: El gobierno de Claudia Sheinbaum ha anticipado ajustes en el gasto público, lo que podría limitar la inversión en infraestructura.
- Inflación y tasas de interés: Aunque el Banco de México ha comenzado a reducir la tasa de referencia, el costo del crédito sigue siendo alto, lo que frena la inversión privada y el consumo.
- Sector industrial en riesgo: La desaceleración en EE.UU. y la falta de crecimiento en la industria nacional podrían seguir afectando el sector manufacturero.
Si estas condiciones persisten, 2025 podría marcar otro año de crecimiento débil y con mayor presión sobre el empleo y los ingresos de las familias. Analistas advierten que sin medidas que impulsen la inversión y la productividad, México podría entrar en un período prolongado de crecimiento insuficiente para mejorar el nivel de vida de la población.
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