Los exjugadoers de futbol con Nazario Ramírez, presunto operador del CJNG. (@rochapress)
LANOTA.- En Oriental, un municipio tranquilo a mitad del mapa poblano, una cancha recién pintada con cal blanca se convirtió, sin saberlo, en el escenario de una historia digna de una serie policiaca.
El 20 de septiembre, once exjugadores de la Liga MX llegaron sonrientes, enfundados en uniformes impecables, listos para inaugurar la cancha “Y Griega”. Saludaron, firmaron autógrafos y agradecieron la invitación de su anfitrión: Nazario Ramírez, un hombre que, días después, sería detenido por su presunta conexión con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
UN JUEGO CON SOMBRAS
Todo parecía un acto deportivo más. Videos en redes sociales mostraban a figuras como Christian “Chaco” Giménez, Matías Vuoso, Marco “Pikolin” Palacios y Héctor Reynoso anunciando su visita: “Nos vemos en Oriental para fomentar el deporte”, decían. Pero detrás del discurso amable, algo no encajaba.
El organizador —un líder sindical de voz pausada y sonrisa amplia— había invertido más de 2.5 millones de pesos en rehabilitar y equipar la cancha. Su discurso inaugural hablaba de sueños, trabajo y comunidad. Nadie sospechaba que, en cuestión de semanas, ese mismo benefactor sería detenido en Guadalajara, señalado como operador financiero del CJNG.
DEL DEPORTE A LA DETENCIÓN
El 15 de octubre, Nazario Ramírez, secretario general del Sindicato de Trabajadores en la Industria de la Construcción y Transporte de Materiales de Jalisco, cayó en un operativo conjunto de la Sedena, FGR y Guardia Nacional.
Las autoridades confiscaron armas, vehículos y drogas, y aseguraron que el sindicato servía de pantalla para extorsión, cobro de piso y lavado de dinero.
Ramírez habría construido una red que se extendía de Jalisco a Puebla, controlando rutas de transporte y aportando recursos logísticos al cártel. Todo, mientras se mostraba públicamente como un promotor del deporte y la vida gremial.
LAS FIGURAS EN EL TABLERO
Los exfutbolistas —sin conocer el trasfondo— se convirtieron en parte de un evento que hoy genera más preguntas que respuestas. En la lista estaban:
- Christian “Chaco” Giménez y Matías Vuoso, ídolos de Cruz Azul, Pachuca y América.
- Marco “Pikolin” Palacios y Héctor Reynoso, defensores emblemáticos de Pumas y Chivas.
- José Daniel “Chepe” Guerrero, Jorge “Chatón” Enríquez, Juan Carlos “Negro” Medina, Diego Martínez, Michel Vázquez y los Daniel Guzmán (padre e hijo), todos con pasado en la Primera División.
Los videos del evento siguen circulando. Algunos muestran a Ramírez estrechando manos, posando al centro de las fotografías. En ese momento nadie imaginaba que aquel “empresario” sería señalado como pieza de un entramado criminal.
UNA CANCHA, UN CÍRCULO Y MUCHAS PREGUNTAS
Según reportes locales, entre los asistentes se encontraba Anallely López Hernández, delegada regional de Bienestar en Libres, Puebla, quien habría mantenido lazos personales y laborales con el organizador.
La pregunta que hoy flota entre los pobladores de Oriental es sencilla pero inquietante:
¿Era una simple inauguración deportiva… o un intento de blanquear reputaciones con balón y aplausos?
EL FIN DEL JUEGO
Mientras los niños siguen jugando en la cancha “Y Griega”, el nombre de Nazario Ramírez ya no se pronuncia con orgullo.
De aquel benefactor que hablaba de comunidad solo queda un expediente abierto y una red bajo investigación federal.
El eco de los aplausos de septiembre se ha apagado, dejando una historia que combina deporte, poder y crimen organizado en una misma fotografía.
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