LANOTA.MX. Mientras los derechohabientes del IMSS hacían fila y esperaban con paciencia la atención médica, dos trabajadores de la institución decidieron que su prioridad no era la salud pública, sino el romance.
Un video que rápidamente se volvió viral en redes sociales muestra a un hombre y una mujer, ambos empleados del Instituto Mexicano del Seguro Social, dándose besos y abrazos dentro de la Unidad de Medicina Familiar Número 28, ubicada en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México.
#CDMX|| A través de redes sociales circula este video que muestra a empleados de la UMF 28 Gabriel Mancera del @Tu_IMSS ubicada en la Colonia #DelValle, besándose durante el horario laboral.
— Víctor Cabrera (@victorcabreramx) February 7, 2025
¿Qué otras situaciones te han tocado en el #IMSS?@VCNNoticiasmx pic.twitter.com/c0wUzuYF67
El clip, de apenas 14 segundos, generó indignación entre los pacientes, quienes denunciaron que, mientras ellos esperaban su turno, el personal estaba más enfocado en su vida amorosa que en su labor. La escena no pasó desapercibida y desató una ola de críticas sobre la calidad del servicio en el IMSS, donde la espera suele ser larga y la atención, en muchos casos, deficiente.
📢 ¿HABRÁ CONSECUENCIAS O SOLO UN JALÓN DE OREJAS?
Ante la polémica, la dirección de la unidad médica informó que los involucrados fueron enviados a la Comisión Mixta Disciplinaria para que se resuelva su situación conforme a la Ley Federal del Trabajo, el Contrato Colectivo y la normatividad del IMSS. Sin embargo, la institución no detalló si enfrentarán sanciones reales o si, como en muchos otros casos, el asunto quedará en una simple llamada de atención.
🏥 ROMANCE VS. RESPONSABILIDAD: ¿SE PUEDE MEZCLAR EL AMOR CON EL DEBER?
Si bien la ley laboral no prohíbe las relaciones sentimentales entre compañeros de trabajo, sí se espera que el personal de salud priorice la atención a los pacientes, especialmente en instituciones donde las quejas por falta de personal y tiempos de espera excesivos son constantes.
En redes sociales, las reacciones han sido variadas: algunos defienden el derecho a enamorarse en el trabajo, mientras que otros cuestionan que, en lugar de atender a los pacientes, el personal se enfoque en “dar consultas de amor”.
¿Será este un caso de prioridades mal enfocadas o simplemente un amor mal cronometrado? Lo cierto es que, mientras el IMSS sigue en el ojo del huracán por la calidad de su servicio, estas escenas no ayudan a mejorar su imagen.