LANOTA.– En un giro inesperado, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) desmanteló un centro de monitoreo clandestino operado por la facción de Los Chapitos, en la colonia Las Quintas, Culiacán, el pasado 21 de enero.
Lo que parecía ser una simple vivienda al exterior, ocultaba dentro de sus paredes un sistema de vigilancia de alta gama utilizado para monitorear los movimientos de la ciudad, las autoridades y sus propios enemigos.
Omar García Harfuch, titular de la SSPC, compartió detalles de esta operación conjunta con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Fiscalía General de la República (FGR), revelando que el centro estaba en funcionamiento desde hace al menos tres meses.
Equipado con más de 30 cámaras estratégicamente distribuidas por Culiacán, el centro de monitoreo estaba completamente conectado en tiempo real, permitiendo a los criminales vigilar los principales bulevares y avenidas, e incluso los movimientos de las autoridades.
Pero la historia no termina aquí. Según el periodista experto en narcotráfico, Luis Chaparro, las cámaras no solo cubrían la ciudad: estaban conectadas a sistemas de seguridad que permitían a los Chapitos anticipar los movimientos policiales, generando un clima de incertidumbre y tensión en la región.
Sin embargo, una fuente de alto nivel ha desmentido los rumores que señalaban que el centro tenía acceso al sistema C4 de seguridad estatal, lo que, según las autoridades locales, nunca ocurrió.
El hallazgo de este centro de operaciones no es un hecho aislado. A medida que el gobierno federal continúa su lucha contra el crimen organizado, se han detectado otros centros similares, ubicados en inmuebles que parecen inocentes a simple vista, pero que ocultan los hilos invisibles que controlan las actividades delictivas.
El desmantelamiento de este centro de monitoreo clandestino es solo una pieza de un rompecabezas mucho más grande. Con la creciente sofisticación de las tácticas utilizadas por Los Chapitos, las autoridades están trabajando contrarreloj para desmantelar los cimientos de una organización que ha logrado infiltrar incluso los sistemas de seguridad más estrictos
¿Qué otros secretos oscuros guarda Culiacán bajo la sombra del narcotráfico? Solo el tiempo lo dirá.
