LANOTA.MX. La indignación y el dolor se apoderaron de las madres y familiares buscadores de personas desaparecidas tras la cancelación de última hora de la visita del titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, al Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco.
Este hecho, calificado como una “burla” y una “farsa” por los colectivos, se agravó con las denuncias de manipulación de pruebas y la falta de transparencia en las investigaciones sobre este presunto campo de exterminio.
LA VISITA QUE NUNCA FUE
La FGR había anunciado la presencia de Gertz Manero en el Rancho Izaguirre, un lugar donde se han encontrado restos óseos cremados y evidencias de crímenes relacionados con el narcotráfico.
La convocatoria incluyó a medios de comunicación, colectivos de familiares y asociaciones civiles, generando expectativas de un avance en las investigaciones y un diálogo directo con las autoridades. Sin embargo, la cancelación repentina de la visita, sin explicaciones claras, dejó a los colectivos sintiéndose ignorados y menospreciados.
Raúl Servín, representante del grupo Guerreros Buscadores de Jalisco, no dudó en calificar el evento como un “circo” y un “teatro”, señalando que las autoridades sabían que no asistirían pero aún así convocaron a los familiares y a la prensa. “Se armó todo un teatro desde la FGR para hacernos llegar tarde aquí. Para mí es una farsa de ellos”, declaró.
MANIPULACIÓN DE PRUEBAS Y ÁREAS ACORDONADAS
La indignación creció cuando las madres y colectivos descubrieron que las autoridades no solo no estaban trabajando, sino que parecían estar manipulando las pruebas en el lugar. Ana González Villa, integrante de Buscadoras Zacatecas, relató que las áreas donde las Guerreras Buscadoras habían encontrado hornos y restos humanos parecían haber sido aplanadas y cubiertas con cemento.
“Notamos que donde habían escarbado las Guerreras Buscadoras, donde encontraron los hornos, estaba como si le hubieran puesto cemento, no sé, estaba hasta cuadrado, muy aplanado, muy parejo el lugar”, denunció.
Además, las autoridades acordonaron varias zonas del rancho, limitando el acceso de los colectivos a áreas clave. “En cuanto llegamos nos dijeron que no se iba a poder entrar a ver, iba a ser un recorrido de 10 minutos, entrando por grupos, sin embargo, las señoras no aceptaron ya que ese no era el trato”, explicó González.
UN RECORRIDO QUE PARECÍA UN MUSEO
La visita, que se suponía sería una oportunidad para verificar el trabajo de las autoridades, se convirtió en un recorrido superficial que las madres compararon con visitar un “museo o un zoológico”. “Cuando llegabas al final te decían ‘oiga, se puede regresar’, era como cuando uno hace un recorrido en un museo o en un zoológico”, expresó González.
Esta actitud por parte de las autoridades generó aún más frustración entre los colectivos, quienes esperaban ver un trabajo serio y comprometido. “Nosotros íbamos a ver que se estuviera haciendo el trabajo que ya no dejaron hacer a las madres buscadoras y a los familiares, y no se realizó eso”, declaró González.
LLAMADO A LA ACCIÓN
Ante la inacción de las autoridades, las madres y familiares buscadores hicieron un llamado contundente para que se les permita asumir un papel más activo en las investigaciones.
“Si ni la Fiscalía General va a hacer el trabajo, que nos digan y nosotros lo hacemos. Si no quieren trabajar, díganos y nosotras venimos y hacemos todo el trabajo que no quieren hacer y que no lo están haciendo, porque ya vimos que no están haciendo nada”, afirmó González.
QUEJA ANTE LA CNDH
La indignación y la frustración llevaron a los colectivos a interponer una queja formal ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), argumentando que fueron víctimas de una violación a sus derechos.
Ana González expresó su decepción por no poder dar respuestas positivas a los colectivos de Zacatecas: “Me siento decepcionada de, como representante de los colectivos de Zacatecas, no haber podido darles respuestas, ellas estaban esperando que yo les dijera que vi algo o que encontramos algo y no se pudo”, lamentó.
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