LANOTA.– . La autopista México-Querétaro volvió a ser escenario de agresiones criminales la madrugada de este viernes, cuando varios automovilistas fueron atacados por delincuentes que colocaron piedras en el asfalto para obligarlos a detenerse y así poder asaltarlos.
Casi media docena de vehículos resultaron dañados por este método criminal que se ha vuelto cada vez más frecuente y peligroso. A pesar de los múltiples reportes, no hubo presencia de la Guardia Nacional ni se reportaron detenidos.
VIOLENCIA PLANEADA Y SIN CONSECUENCIAS
El primer incidente se registró en el kilómetro 69, en el tramo que conecta al Parque Industrial Tepeji con la entrada a Tepeji del Río. Una mujer relató que el vehículo de transporte público en el que viajaba —con trabajadores rumbo al parque— no logró esquivar las piedras colocadas a propósito, lo que causó daños severos. Aunque en ese caso no se consumó el asalto, la agresión fue clara y premeditada.
Minutos después, al menos tres vehículos más fueron detectados con llantas reventadas, todos en dirección a Querétaro. Los conductores se vieron obligados a detenerse en el acotamiento tras intentar evadir los obstáculos colocados.
Las redes sociales difundieron imágenes de piedras de gran tamaño sobre la cinta asfáltica, así como de un autobús de pasajeros afectado, lo que confirma que ni el transporte público escapa de esta ola de violencia.
UNA TÉCNICA CADA VEZ MÁS AGRESIVA
Según testimonios, los criminales han “evolucionado” su método, ya no solo colocando obstáculos, sino también arrojando piedras directamente a los parabrisas de los vehículos en movimiento. Esta táctica no solo causa accidentes, sino que pone en riesgo directo la vida de los pasajeros.
Los conductores, especialmente del transporte de carga y público, señalan que la situación es insostenible: los asaltos son frecuentes y extremadamente violentos, y se perpetran con total impunidad ante la ausencia de patrullajes o presencia efectiva de la Guardia Nacional.
MUERTES IMPUNES
Durante 2024, al menos 20 personas murieron en este tipo de ataques, entre ellos operadores de transporte, custodios y civiles. En muchos casos, los asaltantes disparan sin advertencia ni escrúpulo, incluso cuando hay menores de edad entre los pasajeros.
Los afectados y colectivos ciudadanos exigen operativos permanentes de vigilancia, especialmente en los tramos más conflictivos, para frenar la operación impune de estos grupos delictivos que han tomado el control de la autopista durante las madrugadas.
“Pasan los años y las autoridades siguen sin garantizar la seguridad. Nos matan en el camino y nadie responde”, escribió un usuario en redes.
Mientras tanto, la autopista más transitada del país se mantiene como un territorio de nadie, donde la ley parece estar ausente y los delincuentes operan sin consecuencias.
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