LANOTA. En una jugada tan insólita como pragmática, el Gobierno de Donald Trump anunció este lunes un programa para incentivar la autodeportación voluntaria de migrantes indocumentados: ofrecerá mil dólares en efectivo a cada persona que decida regresar a su país por voluntad propia… siempre y cuando lo compruebe.
El plan, presentado por la Secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, busca reducir los altos costos del sistema de detención y deportación, que actualmente ascienden a más de 17 mil dólares por persona, según cifras oficiales. La lógica es simple: si se van solos, el Estado ahorra, y ellos ganan un dinerito.
“Si usted se encuentra aquí ilegalmente, la autodeportación es la mejor manera, la más segura y la más económica de salir de EU y evitar ser arrestado”, dijo Noem en un comunicado. Para acceder al incentivo, los migrantes deberán registrarse en la aplicación CBP Home, disponible para teléfonos inteligentes, y seguir un proceso digital que incluye fotografías geolocalizadas, como prueba de que realmente salieron del país.
TAMBIÉN OBTENDRÁN BOLETOS DE AVIÓN GRATUITOS
Además del efectivo, los inscritos recibirán boletos de avión gratuitos hacia sus países de origen. Es decir, el plan es una especie de “retiro asistido con milla aérea incluida”, aunque las condiciones sean algo intrusivas.
Tricia McLaughin, vocera del Departamento, confirmó en entrevista con Fox News que el programa ya se probó con un migrante hondureño. Asegura que el resultado fue exitoso y que más personas podrían inscribirse en los próximos días.
Organismos defensores de migrantes, por su parte, han reaccionado con cautela. Aunque reconocen que una salida voluntaria es preferible a una detención, advierten que incentivar la salida con dinero podría rayar en la coacción, especialmente si se implementa en comunidades vulnerables o bajo amenaza de operativos migratorios.
El Gobierno de Trump, sin embargo, ve en este plan una especie de solución exprés: menos cárceles, menos trámites legales, más titulares de impacto… y, por qué no, una app para monitorear todo.
¿Se trata de una política humanitaria, una estrategia económica o simplemente otro capítulo en la saga trumpista sobre migración? Lo cierto es que, con Trump, la frontera entre lo real y lo inaudito es cada vez más delgada. Y ahora también geolocalizable.
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