LANOTA.– La reciente revocación de las visa estadounidense a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, desató de nuevo la circulación de un video en el que se le ve cantando corridos de Julión Álvarez durante un palenque en Mexicali.
Aquellas imágenes, originalmente difundidas en redes tiempo atrás, muestran a la mandataria cantando corridos y recibiendo un saludo del artista chiapaneco, lo que suscitó cuestionamientos sobre la conveniencia política de su presencia en eventos vinculados al género regional mexicano.
"si camina como pato y habla como pato…. que parece?"
— AlfredoCasCer (@alfredocascer) May 13, 2025
*La gobernadora de baja California Marina del Pilar: como jefa en primera fila, Pisteando y cantando corridos en palenque amenizado con Julion Alvarez* pic.twitter.com/be7bAOloH4
Y es que recientemente se confirmó que Ávila y su esposo, Carlos Torres, recibieron la revocación de sus visas de turista por “criterios administrativos”. Ante ello, la mandataria dijo en rueda de prensa: “Jamás le he hecho daño a nadie… No hay nada qué esconder”.
Hay quien recuerda que fue su antecesor, el morenista Julio Bonilla, quien la acusó directamente de tener ligas con el narcotráfico, específicamente con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
A ÍNDIRA VIZCAÍNO LE GUSTA CANTARLE AL “JEFE DE JEFES”
No es la primera vez que una gobernadora morenista enfrenta críticas por su afición a los corridos. El otoño pasado, Índira Vizcaíno Silva, de Colima, se subió al escenario de la Feria de Todos los Santos Een 2023 para interpretar “Jefe de Jefes” junto a Los Tigres del Norte.
Con el público coreando cada verso de este narcocorrido emblemático, Vizcaíno cantó la estrofa que alude al poder y la traición en el mundo del hampa, gesto que sus detractores consideraron de “mala fortuna” ante la persistente inseguridad en su entidad.
Para la 4T no existe la apología del delito
— José Díaz (@JJDiazMachuca) May 13, 2025
La narco gobernadora de Colima Indira Vizcaíno entonando 'Jefe de Jefes'.
¿Será la próxima gobernadora morenista a quien le quiten la visa en Estados Unidos?@GraceDLMar pic.twitter.com/hV3YUg0W8M
Tanto en el caso de Marina del Pilar como en el de Vizcaíno, la polémica ha girado en torno al debate sobre los límites entre la esfera privada de los gobernantes y la responsabilidad pública que conlleva su investidura.
Mientras algunos defienden su derecho a participar en eventos culturales pagados con recursos propios, otros advierten que la exaltación de corridos asociados al narcotráfico puede empañar la imagen institucional y relativizar la gravedad de la violencia que enfrentan sus estados.
En ese contraste se perfila una discusión sobre hasta dónde una autoridad en funciones puede permitirse compartir escenario con símbolos populares que, para muchos, siguen siendo sinónimo de impunidad y tragedia.
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