Que no vaya a posar a Gaza, que venga a Sinaloa, dijo Ceci Flores.
LANOTA.- La distancia geográfica nunca ha sido un impedimento para la ironía política. Cecilia Patricia Flores Armenta, defensora de derechos humanos y fundadora del colectivo “Madres Buscadoras de Sonora”, aprovechó las redes sociales para lanzar un reto al senador Gerardo Fernández Noroña: “Quiero aprovechar su solidaridad para invitarlo a una búsqueda en Sinaloa el próximo 25, yo le pago el camión, le doy refugio y alimentos”, escribió la activista, señalando la urgencia de atención a las desapariciones en México.
El llamado surge justo cuando Noroña solicitó licencia temporal en la Cámara de Senadores para viajar a Palestina, atendiendo una invitación del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, con la intención de dar testimonio sobre la crisis en Gaza. Según sus redes sociales, al corte de esta nota el legislador se encontraba en Barcelona rumbo a Dubái.
“No necesita ir tan lejos para quitarse esas ganas de ayudar”, ironizó Flores Armenta, recordando que en México miles de familias siguen buscando a sus hijos desaparecidos. “Faltan manos y voluntad para terminar con esta masacre que nos está quitando a nuestros hijos”, agregó, cerrando su mensaje con un contundente: “¿Acepta?”.
POLÍTICA Y CRÍTICA: EL VIAJE QUE GENERA CONTROVERSIA
La decisión de Fernández Noroña no pasó desapercibida. Guillermo Valencia, dirigente del PRI en Michoacán, calificó la acción del senador morenista como “hipocresía”:“Los señores de Morena ponen lonas que dicen ‘Palestina Libre’, pero esa hipocresía ya característica en ellos no les da para pedir un Michoacán libre de cuotas y de extorsiones”, afirmó.
Durante la entrevista con Ciro Gómez Leyva, Valencia insistió: “¿Para qué se va tan lejos? Acá también hay víctimas. Deberían enfocar sus energías en hablar por las víctimas de Michoacán, que son muchas”.
LA IRONÍA DE LA SOLIDARIDAD
La invitación de Flores Armenta y la crítica de Valencia ponen en evidencia un contraste evidente: mientras Noroña busca posicionarse en escenarios internacionales, en su propio país la violencia, las desapariciones y el abandono institucional siguen siendo una crisis silenciosa.
Entre Gaza y Sinaloa, entre discursos internacionales y tragedias locales, la pregunta que queda flotando es quién necesita más la solidaridad y la acción política. Flores, con un simple “¿Acepta?”, desafía no solo al senador, sino al discurso político que se exhibe lejos de los hogares de quienes más necesitan ayuda.
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