LANOTA.– En la madrugada del jueves, la carretera Apatzingán-Buenavista se convirtió en escenario de un ataque que desnudó una vez más la fragilidad de la autoridad en Michoacán.
La presidenta municipal de Buenavista, Irma Moreno Mendoza, viajaba en su camioneta tras asistir a la toma de protesta del nuevo comandante de la 43.ª Zona Militar, cuando ráfagas de balas perforaron el aire y retumbaron contra su vehículo.
EL ATAQUE A LA ALCALDESA DE BUENAVISTA
El corazón de la alcaldesa se aceleró; los instantes se volvieron eternos. Por fortuna, salió ilesa, pero el miedo se impregnó en la noche y en cada kilómetro de la carretera que une los municipios. Las autoridades estatales no tardaron en desplegar un operativo para reforzar la seguridad y rastrear a los agresores, quienes lograron escapar antes de la llegada de las fuerzas de seguridad.
RÁFAGAS QUE PUSIERON A TEMBLAR AL MUNICIPIO
La Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán informó a través de redes sociales que no hubo lesionados ni víctimas fatales, pero cada disparo retumbó como un recordatorio de la violencia que persiste en la región. La alcaldesa aún no se ha pronunciado, mientras la comunidad observa con inquietud y expectación.
Tras el ataque, se desplegó un operativo de seguridad en el municipio de Buenavista para localizar a los responsables. Las fuerzas estatales y federales reforzaron su presencia, pero la sensación de vulnerabilidad sigue latente entre los ciudadanos y funcionarios.
UN PATRÓN DE VIOLENCIA CONTRA FUNCIONARIOS
El ataque contra Moreno Mendoza se inscribe en un patrón alarmante. El 17 de junio pasado, Martha Laura Mendoza Mendoza, alcaldesa de Tepalcatepec, y su esposo fueron asesinados en su domicilio. Apenas un día después, Aldo Gutiérrez Aguirre, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, fue atacado en su oficina en Apatzingán.
Estos episodios evidencian cómo el crimen organizado sigue desafiando al poder público y sembrando terror en los funcionarios. La política y la violencia convergen en una delgada línea donde la seguridad se vuelve efímera y la vida de quienes representan al gobierno puede pender de un hilo.
CÓMO EL CRIMEN ORGANIZADO DESAFÍA AL GOBIERNO
En Michoacán, cada atentado recuerda que la autoridad se enfrenta a grupos delictivos que actúan con impunidad. Los ataques buscan enviar un mensaje de poder y temor, mientras los responsables permanecen fuera del alcance de la justicia.
El atentado a la alcaldesa de Buenavista deja más que una camioneta perforada por balas: deja un recordatorio dramático de la fragilidad de la autoridad y de un estado donde la violencia y la impunidad avanzan por la misma carretera, inseparables y silenciosas.
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