LANOTA.- A casi un mes del crimen más escalofriante transmitido en vivo en México, el silencio se ha vuelto ensordecedor. Las autoridades prometieron resultados. Pero hoy, ni una sola persona ha sido detenida por el asesinato de Valeria Márquez, la joven influencer de 23 años que murió a tiros frente a la cámara mientras transmitía desde su salón de belleza en Zapopan.
Lo que ocurrió el 13 de mayo en Blossom The Beauty Lounge parece salido de una película de suspenso: Valeria hablaba con sus seguidores cuando un presunto repartidor ingresó, preguntó su nombre y le disparó a quemarropa. La transmisión fue abruptamente interrumpida por una empleada. El horror ya había ocurrido.
Desde entonces, la escena del crimen ha sido envuelta en un halo de preguntas sin respuesta.
El Fiscal del Estado de Jalisco, Salvador González de los Santos, informó que continúan las investigaciones en torno al asesinato de la influencer Valeria Márquez, sin que hasta ahora exista una línea clara que permita resolver el caso.
De acuerdo con el funcionario, ya se han integrado al menos tres tomos en la carpeta de investigación, con entrevistas, análisis de videos y peritajes forenses. González de los Santos reconoció que se trata de un caso complejo, aunque aseguró que ya existen avances importantes.
“Es un tema que nos ha absorbido bastante tiempo y bastante trabajo (?) Hemos realizado un gran esfuerzo para tratar de resolver este homicidio que ha sido ciertamente compleja la investigación, pero creo que ya tenemos muchos avances y espero que pronto podamos tenerlo”, declaró.
UNA VIDA DETENIDA EN VIVO
Valeria no solo era influencer. Había construido su salón con esfuerzo, incluso solicitando un préstamo a su padre para abrirlo. En redes compartía consejos de belleza, motivación y su día a día como emprendedora joven.
Pero en sus últimas transmisiones ya mostraba señales de angustia. Horas antes del ataque, alguien intentó entregarle un regalo costoso en persona, lo cual la puso nerviosa. Ella misma lo dijo en el en vivo:
“A lo mejor me van a levantar o matar”.
Minutos después llegaron dos objetos que parecían inofensivos: una bebida de Starbucks y un cerdito de peluche. Y luego… la muerte.
SOSPECHAS, TRAICIONES Y UN RAMO MISTERIOSO
En redes, las teorías no se hicieron esperar. Dos amigas de Valeria, Vivian y Erika, fueron señaladas sin pruebas por algunos internautas. Ambas han negado rotundamente cualquier participación.
La historia tomó otro giro inquietante días después, cuando un florista llegó con un ramo de rosas rojas al negocio clausurado. El encargo: dejarlo allí y tomarle una foto.
La única dedicatoria: una cinta blanca con letras doradas que decía “Perdón”.
“Sabemos de dónde salió el pedido, pero no quién lo mandó”, dijo el fiscal Salvador González. La florería no tenía cámaras. El remitente sigue en el anonimato.
EL PADRE DE VALERIA, EN LA MIRA DE LA SOSPECHA DIGITAL
El youtuber Mafian TV añadió leña al fuego. Señaló al padre de Valeria por presuntamente saquear la casa de su hija tras su muerte en un intento por “cobrarse” el préstamo que ella le había pedido para iniciar su negocio.
“Incluso levantó colchones y se llevó artículos lujosos”, acusó públicamente el creador.
La Fiscalía, mientras tanto, confirma que hay tres líneas de investigación, pero ningún nombre concreto, ningún detenido, y ninguna orden de aprehensión.
¿QUIÉN ERA VALERIA Y QUIÉN QUERÍA VERLA MUERTA?
Valeria era modelo, influencer y una joven empresaria en ascenso. Su perfil público y la viralidad del asesinato han hecho que incluso medios internacionales sigan el caso con atención.
Su amiga Vivian, una de las últimas personas que tuvo contacto con ella, rompió el silencio:
“Le mandé regalos porque la vi rara. Cuando la vi agacharse, pensé que era confeti. Hasta que se cayó, supe que algo horrible había pasado”.
A UN MES DEL CRIMEN: IMPUNIDAD Y UNA SOCIEDAD EN VILO
No hay justicia. No hay respuestas. Solo preguntas que se acumulan como flores marchitas frente al salón de belleza.
¿Quién envió el ramo con el mensaje “Perdón”?
¿Por qué Valeria sentía que algo malo iba a pasarle?
¿Quién la quería ver muerta y por qué?
Mientras la Fiscalía de Jalisco sigue sin dar resultados, el caso de Valeria Márquez se convierte en uno más en la larga lista de feminicidios que México no puede, o no quiere, resolver.
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