Cae ‘La Silla’, extorsionador de limoneros y presunto asesino de agentes de FGR

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'La Silla', extorsionador de limoneros en Michoacán.

LANOTA.MX. El silencio de la madrugada en Apatzingán fue interrumpido por un operativo relámpago. Gerardo “N”, alias ‘La Silla’, cayó. Su nombre resuena entre los productores de limón y aguacate, quienes por años han sido víctimas de una red de extorsión que asfixia al campo michoacano. Ahora, la pregunta es: ¿qué secretos guarda este hombre sobre el dominio del crimen organizado en Tierra Caliente?

PRESUNTO ASESINO DE DOS AGENTES DE LA FGR

El anuncio de su captura lo hizo el propio secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, quien además reveló que ‘La Silla’ es investigado por el asesinato de dos agentes de la Fiscalía General de la República (FGR). Sus cuerpos, encontrados hace apenas una semana en la carretera Apatzingán-Buenavista, presentaban huellas de tortura e impactos de bala, señales de la brutalidad con la que operan estos grupos.

Las víctimas, Sergio Esquivel Zavala y Omar Maldonado Susunaga, formaban parte de la subdelegación regional de la FGR en Apatzingán. Su secuestro, mientras viajaban en un vehículo oficial, expuso el grado de vulnerabilidad en el que se encuentran las fuerzas del orden en esta región dominada por el miedo y el crimen.

TAMBIÉN CAYÓ MUJER LIGADA A LOS VIAGRAS

Pero la detención de ‘La Silla’ no fue la única sorpresa. Junto con él, cayó Joana “N”, presunta hija de César Alejandro Sepúlveda Arellano, alias ‘El Botox’, líder de Los Blancos de Troya y hombre de confianza de Los Viagras, una de las organizaciones criminales más poderosas de Michoacán.

El operativo, ejecutado en Cenobio Moreno, no fue casualidad. Denuncias ciudadanas alertaron sobre la escalada de extorsiones al sector empresarial y agrícola. Así, las fuerzas de seguridad—incluyendo a la Sedena, Guardia Nacional, Marina y FGR—estrecharon el cerco hasta dar con el paradero de los presuntos criminales.

La caída de ‘La Silla’ es un golpe, pero no una victoria definitiva. Su captura abre más interrogantes que respuestas. ¿Qué revelará sobre la estructura criminal que somete al campo michoacano? ¿Quiénes más están implicados en esta red de terror? Mientras tanto, los productores de limón y aguacate esperan que la justicia no sea, una vez más, una promesa vacía.

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