LANOTA.MX.-En las sombras de la violencia que azota el oriente de Morelos, un nombre resonaba con fuerza: Rafael “N”, alias “El Niño de Oro” o “El Centenario”. Este martes, su leyenda de impunidad llegó a su fin.
Tras un operativo interinstitucional en el municipio de Atlatlahucán, las autoridades lograron capturar a quien era señalado como el segundo al mando del Cártel de Sinaloa en la región, un hombre clave en la generación de violencia y el control del crimen organizado en la zona.
LA CAPTURA
La detención de El Niño de Oro no fue un hecho aislado. Junto a él, cayó otro presunto líder criminal: “El Chucky”, identificado como un jefe de sicarios. Durante el operativo, las autoridades decomisaron cuatro vehículos, entre ellos una camioneta blindada, y un arsenal de armas. La captura fue el resultado de meses de inteligencia y coordinación entre fuerzas federales y estatales, en un intento por desmantelar las estructuras criminales que han sembrado terror en Morelos.
¿QUIÉN ES EL NIÑO DE ORO?
Rafael “N” no era un criminal cualquiera. Conocido como “El Niño de Oro”, operaba bajo las órdenes de Júpiter Araujo, alias “El Barbas”, el líder máximo del Cártel de Sinaloa en la región oriente de Morelos. Su ascenso en el mundo del crimen organizado fue meteórico, y su apodo reflejaba no solo su juventud, sino también su habilidad para manejar negocios ilícitos y evadir a las autoridades.
Sin embargo, su nombre saltó a la fama no por sus hazañas criminales, sino por un video viral que desató un escándalo mediático y político. En las imágenes, difundidas en redes sociales, se observa a “El Barbas” sentado a una mesa, vestido con ropa táctica, gorra, chaleco antibalas y un arma larga sobre las piernas.
A su lado, aparecen dos figuras públicas: Jesús Corona Damián, presidente municipal en funciones de Cuautla, y Agustín Toledano, alcalde de Atlatlahucán, el mismo municipio donde fue capturado El Niño de Oro.
EL ESCÁNDALO DEL VIDEO
La difusión del video generó una ola de indignación y preguntas incómodas. ¿Qué hacían dos alcaldes en una reunión con uno de los líderes criminales más buscados? Jesús Corona, alcalde de Cuautla, aseguró estar “limpio” y no tener nada que esconder, aunque evitó confirmar o negar su presencia en la reunión.
Por su parte, Agustín Toledano, alcalde de Atlatlahucán, declaró que está a la espera de que la Fiscalía General de la República (FGR) lo llame a declarar. Mientras tanto, ambos continúan en sus cargos, bajo la sombra de la sospecha.
El secretario federal de Seguridad, Omar García Harfuch, reveló que hay una investigación en curso sobre 17 de los 36 alcaldes de Morelos, lo que refleja la profundidad de los vínculos entre el crimen organizado y las autoridades locales.
LA VIOLENCIA EN MORELOS
Morelos, un estado conocido por su belleza natural y su rica historia, se ha convertido en un campo de batalla para los cárteles que buscan controlar rutas de narcotráfico y extorsión.
El Niño de Oro es uno de los principales generadores de violencia en la región oriente, donde los enfrentamientos entre grupos rivales y las ejecuciones se han vuelto pan de cada día.
Juan Salgado Brito, encargado de la Política Interna del Gobierno del Estado de Morelos, aseguró que no habrá impunidad y que se continuará con la captura de líderes criminales.
La detención de El Niño de Oro es un paso importante en esa dirección, pero también es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el estado para recuperar la paz.
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