LANOTA.MX. La Fiscalía General de la República (FGR), encabezada por Alejandro Gertz Manero, reveló este miércoles 19 de marzo una colusión entre policías municipales de Tala, Jalisco, y grupos criminales que operaban en el Rancho Izaguirre, un lugar vinculado a desapariciones forzadas y crímenes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Este caso ha destapado una red de complicidades entre autoridades y el crimen organizado, dejando al descubierto la impunidad y el terror que imperan en la región.
LLAMA LA ATENCIÓN: DETENCIONES REPENTINAS
Llama la atención que un día antes de este anuncio, la FGR había informado sobre la detención de José Gregorio ‘N’, alias ‘El Lastra’, presuntamente ligado también al caso del Rancho Izaguirre. Colectivos de búsqueda y defensores de derechos humanos se preguntan si estas repentinas detenciones son un esfuerzo genuino por descubrir la verdad o simplemente chivos expiatorios para calmar los ánimos tras la presión pública y mediática.
LA CAPTURA DE LOS EX POLICÍAS
Hasta ahora, tres policías habían sido vinculados a estas actividades ilícitas, pero solo uno estaba detenido. Este jueves, las autoridades lograron la captura de los dos restantes, marcando un avance significativo en la investigación.
Uno de ellos, José Antonio “N”, fue detenido en Colima por portación de cartuchos. Durante la investigación, se descubrió que tenía una orden de aprehensión vigente por su presunta participación en los crímenes del Rancho Izaguirre. Fue trasladado a Jalisco y entregado a las autoridades en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
El segundo, Rubén “N”, enfrentó una audiencia de imputación el pasado sábado. Un juez le dictó prisión preventiva por el delito de desaparición forzada, una medida que lo mantendrá bajo custodia mientras avanzan las investigaciones.
TESTIMONIOS QUE DESTAPAN LA COLUSIÓN
Según testimonios recabados por la FGR, los policías de Tala participaron activamente en la captura y traslado de personas al Rancho Izaguirre. Una víctima liberada declaró que fue interceptada por agentes mientras circulaba en motocicleta. Bajo el pretexto de una revisión, fue entregada a un grupo de civiles.
“Escuché que me iban a entregar a ‘la gente’”, relató la víctima. Este testimonio, junto con otros casos documentados, confirma un patrón de colusión entre autoridades y el crimen organizado. Los policías no solo permitían las actividades del CJNG, sino que participaban directamente en ellas.
GABRIEL J.: EL TERCER IMPLICADO
Un tercer ex policía, Gabriel J., fue detenido el 22 de marzo en Acatic, Jalisco. Según la Vicefiscalía en Personas Desaparecidas, Gabriel J. participó en la desaparición forzada de un hombre que fue liberado tras un enfrentamiento en el Rancho Izaguirre el 18 de septiembre de 2024.
Gabriel J., de 22 años, ya no formaba parte de la policía de Tala al momento de su detención. Fue puesto a disposición de un juez y enfrentará cargos por desaparición forzada. Las autoridades señalaron que, conforme al principio de presunción de inocencia, será considerado inocente hasta que un tribunal determine su culpabilidad.
EL RANCHO IZAGUIRRE: UN CENTRO DE HORROR
El Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, ha sido señalado como un centro de adiestramiento y exterminio del CJNG. Colectivos de búsqueda han localizado indicios de desapariciones en el lugar, donde se ha colocado un memorial en honor a las víctimas.
Este sitio, descrito como un campo de terror, ha sido vinculado a múltiples casos de tortura, ejecuciones y entrenamiento criminal. Las investigaciones han revelado que las víctimas eran trasladadas al rancho, donde eran sometidas a condiciones inhumanas antes de ser asesinadas o desaparecidas.
LAS AUTORIDADES RESPONDEN
El alcalde de Tala, Gerardo Ruiz, confirmó que los dos ex policías detenidos dejaron la corporación el 26 de septiembre de 2023, aunque no especificó las razones. Mientras tanto, la FGR y las autoridades estatales continúan investigando para esclarecer los hechos y determinar si hay más implicados.
La Vicefiscalía en Personas Desaparecidas ha reiterado su compromiso de avanzar en las investigaciones y garantizar justicia para las víctimas. Sin embargo, las familias de los desaparecidos y los colectivos de búsqueda han expresado su escepticismo, señalando que las autoridades han actuado con lentitud y opacidad.
UN CASO QUE EXPONE LA CRISIS DE SEGURIDAD
El caso del Rancho Izaguirre ha generado indignación y preocupación en Jalisco y en todo el país. No solo por la brutalidad de los crímenes cometidos, sino por la colusión de autoridades con el crimen organizado. Este caso es un reflejo de la crisis de seguridad que vive México, donde más de 100,000 personas siguen desaparecidas.
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