LANOTA.MX– En un mensaje que refuerza la política de presión comercial como herramienta de seguridad nacional, Howard Lutnick, el candidato del presidente Donald Trump para encabezar el Departamento de Comercio, advirtió este miércoles que México y Canadá aún tienen margen para evitar la imposición de aranceles del 25% sobre sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Sin embargo, para ello deberán actuar con rapidez y contundencia para frenar el tráfico de fentanilo y la migración irregular que, según la administración Trump, cruzan sus fronteras desde ambos países.
ULTIMÁTUM DE TRUMP Y ESTRATEGIA DE PRESIÓN
Durante su audiencia de confirmación en el Senado, Lutnick dejó claro que el ultimátum de Trump, con fecha límite el 1 de febrero, tiene como objetivo forzar a México y Canadá a intensificar sus esfuerzos en materia de seguridad fronteriza. Aseguró que, aunque esta medida es independiente de una revisión más amplia sobre la estructura arancelaria estadounidense, sí forma parte de una estrategia de presión que busca respuestas inmediatas de los socios comerciales de EE.UU.
LA AMENAZA DE LOS ARANCELES Y SU IMPACTO EN EL COMERCIO
Trump ha reiterado en diversas ocasiones que su administración no dudará en utilizar sanciones económicas como medida coercitiva contra los países que, a su juicio, no colaboran lo suficiente en la lucha contra el narcotráfico y la migración. La imposición de un arancel del 25% a productos mexicanos y canadienses tendría repercusiones significativas en sectores clave como la industria automotriz, manufacturera y agroalimentaria, además de generar incertidumbre en los mercados y en la inversión extranjera.
“No es un arancel per se. Es una acción de política doméstica”, sostuvo Lutnick al defender la postura de la Casa Blanca. “Si México y Canadá responden con rapidez, no habrá necesidad de imponer aranceles”.
ANÁLISIS DE LA POLÍTICA ARANCELARIA
Sin embargo, la presión sobre estos países no termina ahí. Paralelamente, el Departamento de Comercio, la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. y el Departamento del Tesoro están llevando a cabo un análisis profundo sobre la política arancelaria de Estados Unidos, con el fin de implementar posibles cambios en la estructura comercial. Se espera que los resultados de este estudio sean publicados entre marzo y abril, lo que podría marcar el inicio de una nueva fase en las relaciones económicas trilaterales.
TRUMP Y SU HISTORIAL DE AMENAZAS COMERCIALES
La estrategia de Trump de usar aranceles como medida de presión no es nueva. Durante su primer mandato, el expresidente amenazó a México con la imposición de aranceles progresivos si no frenaba la migración indocumentada. En 2019, logró que el gobierno mexicano desplegara a la Guardia Nacional en sus fronteras para contener el flujo de migrantes. En 2018, Trump también impuso aranceles al acero y aluminio canadiense, provocando tensiones diplomáticas con el entonces primer ministro Justin Trudeau.
Ahora, con un posible segundo mandato en el horizonte, Trump parece decidido a repetir la estrategia y condicionar las relaciones comerciales a objetivos de seguridad y control migratorio. Con la amenaza de los aranceles nuevamente sobre la mesa, México y Canadá enfrentan una disyuntiva: ceder ante la presión o prepararse para una posible guerra comercial con su socio más importante.