LANOTA.– Tras una escalada de violencia que ha puesto en jaque a la capital sinaloense, fuerzas federales reforzaron este domingo la seguridad en el Hospital General de Culiacán, luego de que hombres armados asesinaran a un paciente el sábado. La Fiscalía del estado reportó que la jornada cerró con siete homicidios en distintas localidades de Sinaloa.
DESPLIEGUE MILITAR Y VIGILANCIA EN EL HOSPITAL
Desde primeras horas, patrullas del Ejército, Guardia Nacional, Policía Estatal y personal de Seguridad federal fueron desplegadas en las entradas y estacionamiento del Hospital General, ubicado en el fraccionamiento Los Ángeles.
Militares inspeccionan los vehículos que ingresan al edificio y supervisan el acceso de pacientes y personal médico. El objetivo, según autoridades, es evitar más atentados en centros de atención médica que se han convertido en blanco de la violencia del crimen organizado.
LA GUERRA ENTRE “LOS MAYITOS” Y “LOS CHAPITOS”
La violencia en Culiacán forma parte de un conflicto que se intensificó hace un año entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: “Los Mayitos” y “Los Chapitos”. Solo en los últimos días, tres hospitales de la ciudad fueron atacados, dejando un saldo de cinco personas muertas.
Según la Fiscalía, uno de los asesinatos más recientes ocurrió cuando un paciente herido en un enfrentamiento en Tepuche fue rematado por un sicario disfrazado de enfermero dentro de la clínica en la Colonia Centro. Otro ataque similar se registró en el Hospital General, contra otro herido de ese mismo choque.
HOMICIDIOS EN DISTINTOS PUNTOS DE SINALOA
Además de los ataques a hospitales, la violencia se ha extendido a otros puntos del estado. El sábado fueron asesinadas cinco personas más:
- Dos en Culiacán, uno en la autopista Benito Juárez y otro en la colonia Buenos Aires.
- Dos en la sindicatura de Culiacancito.
- Una persona hallada sin vida en Navolato, sobre la carretera Altata-Navolato, cerca del ejido La Bandera.
Las autoridades han pedido a la población extremar precauciones, mientras que la presencia de fuerzas federales en hospitales y calles busca contener la violencia que, de manera sistemática, afecta la vida cotidiana de los sinaloenses.
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