Despojado a la fuerza, devuelto en las sombras: la historia secreta del Rancho Izaguirre

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Descubrimientos de terror en Rancho Izaguirre

LANOTA.MX.– En 2012, en Teuchitlán, Jalisco, un grupo criminal irrumpió en la vida de Don Genaro. A punta de amenazas, lo obligaron a firmar un contrato de compraventa para despojarlo de su terreno, ubicado en la parcela 446 de la colonia ejidal La Estanzuela. No tuvo opción: la vida de su hija, entonces una preadolescente, estaba en peligro. Desde entonces, su tierra se convirtió en algo más que un predio agrícola; pasó a ser un escenario de horror.

Aquel terreno, aislado entre cultivos de agave, se transformó rápidamente. En 2014 ya tenía una barda perimetral y edificaciones dentro. La comunidad supo lo que ocurría, pero el miedo paralizó cualquier intento de denuncia. Lo que antes era una simple parcela terminó convertido en un “campo de exterminio”, según lo han catalogado las autoridades por la cantidad de restos humanos hallados en el lugar.

UN DESCUBRIMIENTO ATERRADOR

El periodista de investigación Esteban David Rodríguez, de EMEEQUIS, reveló en entrevista con Azucena Uresti en Radio Fórmula detalles sobre la propiedad y su trágico historial. Mediante el Sistema de Geolocalización del Catastro del municipio de Teuchitlán, pudo confirmar que el predio pertenecía a Don Genaro antes de ser arrebatado.

“El predio estaba en dominio pleno, era propiedad privada. Consultamos a vecinos, ejidatarios, y lo que descubrimos fue una historia terrorífica”, explicó Rodríguez en la entrevista. Señaló que, tras la expropiación forzada, el crimen organizado cercó la parcela y comenzó a utilizarla con fines desconocidos hasta que los hallazgos de restos humanos revelaron su verdadero propósito.

UN REGRESO INEXPLICABLE

Trece años después, en 2025, el terreno volvió a aparecer a nombre de Don Genaro. El mismo hombre que fue obligado a renunciar a su propiedad, de pronto, sin explicación aparente, se encontró con que su nombre figuraba nuevamente en los registros oficiales como dueño legítimo.

“Don Genaro fue a pagar su predial y se encontró con que el terreno ya estaba nuevamente a su nombre. Nadie sabe quién hizo los trámites ni cómo se realizó la transacción”, explicó el periodista.

Para que el predio volviera a registrarse legalmente a su nombre, era necesario un proceso administrativo que incluyera documentos oficiales y firmas notariadas. Sin embargo, Don Genaro jamás inició ninguna gestión. “El señor no sabía qué hacer, no sabía si pagarlo o no”, relató Rodríguez.

UN RANCHO CON HISTORIA OSCURA

El rancho, ubicado en la parcela 446, tiene una superficie de 3.3 hectáreas, de las cuales 11 mil metros cuadrados corresponden al llamado “Rancho Izaguirre”, el sitio donde se han hallado restos humanos y evidencias del horror.

El Centro de Investigación Interdisciplinaria (CICA) analizó imágenes satelitales y determinó que hasta 2011 la zona estaba completamente despejada, sin construcciones ni cercos. Pero para 2014, la barda perimetral y las edificaciones principales ya estaban en pie.

Los habitantes de Teuchitlán, un poblado con poco más de dos mil personas, prefirieron el silencio ante lo que sucedía en el rancho. Según Rodríguez, la falta de denuncias no fue por desconocimiento, sino por la certeza de que nadie haría nada y el riesgo de represalias era demasiado alto.

Ahora, con el predio “devuelto en las sombras”, queda una pregunta sin respuesta: ¿quién movió los hilos para que este rancho volviera a manos de su dueño original? La historia de Teuchitlán está lejos de cerrarse.

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