LANOTA.- Las horas del domingo transcurrieron entre humo, cuerpos tirados y el eco de la impunidad. Culiacán —ciudad herida y acostumbrada al horror— volvió a sacudirse con una jornada marcada por la muerte y el fuego. En menos de 24 horas, tres personas fueron encontradas sin vida en distintos puntos del estado y una clínica infantil fue incendiada, en un acto que parece más una advertencia que un accidente.
CLÍNICA INFANTIL BAJO FUEGO
La noche del sábado terminó en llamas. El Centro de Entrenamiento Psicológico (CEPI), ubicado en el bulevar Rolando Arjona, en el sector Pradera Dorada, fue incendiado intencionalmente, según reportes extraoficiales. El edificio, que brindaba atención a menores, quedó reducido a cenizas. Las autoridades aseguran que no hubo personas lesionadas, pero el mensaje es claro: el fuego también puede apuntar a los más vulnerables.
No se trata de un lugar cualquiera. El 20 de junio, en esa misma clínica, fue secuestrado el joven terapeuta Efrén Eduardo, de 29 años. Su cuerpo apareció horas más tarde, abandonado en el centro de la ciudad, con un mensaje que las autoridades no han querido detallar.
Hoy, las llamas parecen cerrar el círculo de una historia que sigue ardiendo.
TRES CUERPOS, TRES ESCENARIOS DEL HORROR
Culiacán amaneció con el hallazgo de un cuerpo envuelto en lona y en avanzado estado de descomposición, tirado a un costado del camino que conduce al poblado de Estación Abuya. Eran las 10:30 de la mañana cuando los pobladores, hartos de la costumbre, dieron aviso a las autoridades.
Horas más tarde, otro cadáver fue hallado en Tepuche, al costado del camino que lleva al poblado de La Mojonera. Vestía pantalón camuflado y su cráneo había sido destrozado. Lo encontraron elementos de la Guardia Nacional, que patrullaban en silencio un territorio donde los uniformes a veces no significan nada.
A las 16:00 horas, el tercer cuerpo del día apareció en Navolato, a espaldas de la Escuela Secundaria Técnica No. 42. Maniatado, arrojado entre la maleza, como si fuera basura. Ni una palabra de sus verdugos. Ni una reacción oficial más allá de levantar los restos.
ARMAS, AUTOS Y SILENCIO
La Fiscalía reportó el aseguramiento de dos vehículos con reporte de robo, así como seis armas largas, 31 cargadores, más de 1,600 cartuchos y chalecos balísticos. Todo fue encontrado en Culiacán. Todo forma parte del mismo paisaje que, entre plomo y pólvora, parece no cambiar nunca.
Los peritajes, las declaraciones y las investigaciones —una vez más— llegan después del horror. La muerte sigue adelante. La justicia, atrás..
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