LANOTA.MX– La afición sinaloense no dejó pasar la oportunidad y le cantó el tercer strike al gobernador Rubén Rocha Moya. Durante el sexto juego de la final de la Liga Mexicana del Pacífico en el Estadio Panamericano, los gritos de “¡Fuera Rocha!” retumbaron en las gradas mientras Los Tomateros de Culiacán vencían a Los Charros de Jalisco.
Pero el verdadero marcador lo lleva la indignación social, que ya no quiere esperar tiempos extra para recuperar la paz.
Es la tercera vez en solo una semana que la sociedad sinaloense sale del dugout y rompe el silencio que la violencia había impuesto en las calles de Culiacán.
El asesinato de Antonio Sarmiento y sus dos hijos, Alexander y Gael, de 12 y 9 años, encendió la mecha del hartazgo. Desde la detención de El Mayo Zambada, el 25 de julio de 2024 en Texas, Sinaloa ha quedado atrapada en una serie de entradas donde la violencia no afloja el brazo y el gobierno no encuentra cómo ponchar a la crisis.
Los asistentes al estadio aprovecharon el espectáculo para alzar pancartas pidiendo paz y exigir respuestas ante la ola de narcoviolencia que tiene a la entidad contra la barda.
La afición ya no quiere más juegos de pretemporada ni excusas desde el palco de gobierno: esperan cambios concretos y una estrategia efectiva que saque a Sinaloa del hoyo en el que se encuentra.
El asesinato de los niños y su padre terminó por marcar el out que colmó la paciencia de la población. La pelota está en el campo de Rocha Moya, pero la afición ya dejó claro que no quiere más entradas extra en este partido contra la violencia. ¿Responderá el gobernador o dejará que le canten el ponche definitivo?
