LANOTA.MX. El aire se tornó denso en Torres Acacia. Las luces de la tarde se filtraban a través de las ventanas del exclusivo complejo de San Pedro Garza García, cuando una serie de llamadas de emergencia alertaron a la policía municipal. Al otro lado de la línea, la voz de un testigo hablaba con nerviosismo sobre un altercado dentro de un lujoso departamento. No pasó mucho tiempo antes de que las sirenas rompieran la calma de Valle Oriente.
Cuando los agentes irrumpieron en el inmueble, la escena era más intrigante de lo que cualquiera habría imaginado. Christian Adrián “N”, mejor conocido como ‘El Meka’ o ‘Meca’, estaba allí. Con él, la reconocida conductora de televisión Gisselle Sampayo. Nadie habría anticipado que aquella mujer, que construyó su carrera en la televisión regiomontana, sería parte de un operativo policial que pronto captaría la atención nacional.
Las versiones preliminares indican que la discusión dentro del departamento se tornó agresiva. Fue entonces cuando alguien decidió llamar a las autoridades. Al llegar, los oficiales no solo encontraron a una pareja en conflicto, sino a un hombre con un largo historial delictivo.
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‘El Meka’ no era un desconocido para las fuerzas de seguridad. Se le identifica como el cabecilla de una célula criminal con operaciones en Monterrey, San Nicolás y Apodaca, especializada en el narcomenudeo. Registros judiciales revelan que ya había enfrentado a la justicia y que, incluso en 2020, intentó interponer un amparo contra las autoridades del penal de Ramos Arizpe, en Coahuila. Aquel recurso legal fue desechado, pero el destino tenía otros planes para él.

Mientras los agentes escoltaban a ‘El Meka’ y a Gisselle Sampayo fuera del complejo residencial, los flashes de las cámaras ya comenzaban a registrar el momento. La conductora mantenía la mirada fija en el suelo, su expresión impenetrable, como si dentro de ella procesara la dimensión de los acontecimientos.
LOS FANTASMAS DEL PASADO
La historia de Gisselle Sampayo no es ajena a la tragedia. La última vez que se manifestó en sus redes sociales fue el 14 de febrero, con una publicación que rezaba: “Te ganaste mi corazón”, acompañada de una imagen con un enorme ramo de rosas. Hoy, esa imagen parece un eco lejano de una vida que está a punto de cambiar.

La conductora, que saltó a la fama en 2011 gracias a su participación en programas como Pura Gente Bien y Mitad y Mitad, ha vivido episodios oscuros que la han marcado. Años atrás, el secuestro y posterior muerte de uno de sus exnovios la sumieron en una pesadilla de la que nunca pareció recuperarse del todo. José Luis, su entonces pareja, desapareció tras una discusión. Una semana después, su destino estaba sellado. El rescate nunca se concretó, y su historia quedó envuelta en misterio.
Ahora, con su nombre vinculado a la detención de un presunto criminal, la incertidumbre se cierne sobre su futuro. ¿Cómo llegó hasta aquí? ¿Qué relación tenía realmente con ‘El Meka’?
El caso apenas comienza, y con él, un torbellino de preguntas que aún no tienen respuesta. Pero lo que es seguro es que, esta vez, Gisselle Sampayo no está frente a las cámaras para entretener: está en el centro de una historia en la que su papel aún no ha sido definido.
La noche cae en Monterrey, y mientras las luces de la ciudad brillan a lo lejos, en una celda del Ministerio Público, dos figuras aguardan su destino.