LANOTA.MX. La presidenta Claudia Sheinbaum abordó la insólita solicitud de Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, quien exige que el Gobierno de México intervenga en su caso y reclame su repatriación a Estados Unidos. Según su versión, su captura y traslado a territorio estadounidense violaron la legalidad.
Sheinbaum no cerró la puerta del todo, pero tampoco la abrió: dejó el caso en manos de la Fiscalía General de la República (FGR) y subrayó que lo esencial es analizar cómo fue detenido y trasladado, más allá de su historial delictivo.
“Más allá de la persona y sus delitos, porque esa es otra cosa, el asunto es cómo se da esta detención, entonces el fiscal tiene ya una carpeta abierta en este sentido”, afirmó la mandataria. Eso sí, restó importancia a la advertencia de Zambada sobre un posible colapso en las relaciones bilaterales si su exigencia no es atendida.
EL CAPO PIDE AYUDA Y LANZA ADVERTENCIA
Ismael “El Mayo” Zambada presentó su petición en el Consulado General de México en Nueva York, a través de su abogado en México, Juan Manuel Delgado González. En la carta, el capo asegura que su captura y traslado a Estados Unidos violaron su derecho al debido proceso y la soberanía mexicana.
Según su versión, en julio de 2024, en Culiacán, Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, lo engañó y lo entregó a las autoridades estadounidenses en Texas sin que mediara un proceso formal de extradición. En su escrito, exige que el Gobierno de México actúe de inmediato para gestionar su repatriación y garantizar que no se le imponga la pena de muerte.
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“La respuesta del Estado mexicano no es opcional”, advierte en su carta. Su argumento es que ignorar su caso sentaría un precedente peligroso que abriría la puerta a que cualquier ciudadano mexicano, incluyendo políticos o funcionarios, pueda ser detenido y trasladado de forma ilegal sin consecuencias.
El capo también exige que México solicite un informe detallado a las autoridades estadounidenses sobre quién autorizó y ejecutó su captura y traslado. Según su versión, Washington “carece de legitimidad” para procesarlo, pues su ingreso a territorio estadounidense ocurrió mediante un “secuestro transfronterizo” y no por un procedimiento legal.
Zambada sostiene que el Estado mexicano tiene la obligación de exigir su regreso y presentar una protesta formal por la violación del tratado binacional que prohíbe secuestros transfronterizos. Su carta termina con una advertencia directa: si el Gobierno de México no interviene, su condena a la pena de muerte será inminente y, además, cualquier ciudadano mexicano podría correr la misma suerte sin que el Estado haga nada.
SHEINBAUM: QUE DECIDA GERTZ, YO PASO
A pesar de las declaraciones de Zambada, la presidenta Sheinbaum mantuvo un tono mesurado y reiteró que será la Fiscalía General de la República quien determine el camino a seguir. Hasta ahora, el Gobierno federal no ha dado señales de que presentará una solicitud de repatriación, y la mandataria enfatizó que el caso es un tema judicial, no una decisión política inmediata.
Con el capo sinaloense procesado en Nueva York por narcotráfico, homicidio y lavado de dinero, el Gobierno de México enfrenta un dilema diplomático. La administración de Sheinbaum ha evitado confrontaciones con Washington en temas de seguridad, pero la petición de Zambada pone a prueba su postura respecto a la defensa de ciudadanos mexicanos en el extranjero, incluso en casos tan polémicos como este.
Por ahora, el caso sigue bajo revisión de la FGR, sin una respuesta clara del Gobierno ante la exigencia del líder del Cártel de Sinaloa. ¿Habrá una defensa formal de su petición o simplemente quedará en el limbo legal? Y, sobre todo, ¿qué quiso decir “El Mayo” con su advertencia sobre el colapso de las relaciones bilaterales?
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