LANOTA.- El reloj marcaba la 1:58 de la madrugada cuando un estruendo interrumpió la quietud del poblado de Ixcateopan. Un autobús de pasajeros de la línea Oro, que había salido de Cuernavaca con destino a Tlapa, se desvió de su camino y cayó estrepitosamente al cauce del río Tlapaneco, en la región montañosa del estado. La oscuridad de la noche y la profundidad del río ocultaron por instantes la magnitud del desastre. El saldo: al menos tres personas muertas y más de 30 lesionadas, entre ellas cinco adultos mayores y un bebé de apenas ocho meses.
EL VIAJE QUE NO LLEGÓ A DESTINO
El autobús había partido a las seis de la tarde del jueves, con una escala prevista en Puebla. En su interior, familias completas, trabajadores y comerciantes dormían o conversaban con la esperanza de llegar antes del amanecer a Tlapa. Sin embargo, la tragedia se cruzó en el camino a la altura de Alpoyeca, uno de los municipios más empinados y peligrosos del trayecto en La Montaña guerrerense.
Lo que ocurrió en esa curva mortal aún es motivo de investigación. Algunos sobrevivientes narraron que el vehículo iba a exceso de velocidad. Otros dijeron que el conductor intentó esquivar un bache o una roca. Lo cierto es que, tras perder el control, el autobús salió disparado del camino y cayó al fondo del río.
“PARECÍA UNA PESADILLA”: TESTIGOS Y SOBREVIVIENTES
“Solo escuchamos un golpe fuerte y después gritos, llantos, todo oscuro”, relató un pasajero que viajaba con su madre y su hijo. “Logré sacar a mi niño por una ventana rota, pero había gente atrapada, algunos inconscientes”.
La llamada de auxilio ingresó al 911 minutos después. En cuestión de instantes, elementos de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado, junto con la Guardia Nacional y corporaciones municipales, se movilizaron hacia el sitio. El camino estrecho, los riscos y la oscuridad dificultaron las labores. Tuvieron que usar cuerdas, lámparas y la ayuda de habitantes de las comunidades cercanas para rescatar a los heridos, algunos de ellos en estado crítico.
ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE: LOS HERIDOS Y EL OPERATIVO
De manera preliminar, las autoridades reportaron la atención de al menos 30 personas lesionadas, varias de ellas trasladadas en ambulancias improvisadas y vehículos particulares ante la lejanía de hospitales. Entre los rescatados hay cinco adultos mayores, un bebé de ocho meses y una joven embarazada, confirmaron fuentes de Protección Civil. Algunos fueron llevados al Hospital General de Tlapa; otros, a centros médicos en Chilpancingo y Cuetzalan.
El número de muertos, hasta el momento, se mantiene en tres, aunque no se descarta que pueda aumentar conforme avancen las tareas de recuperación y valoración médica.
SOLIDARIDAD ENTRE ESCOMBROS Y AGUA
Mientras el amanecer llegaba, los habitantes de Ixcateopan salieron con linternas, cobijas y café caliente. “No podíamos quedarnos dormidos sabiendo que había niños allá abajo”, dijo un hombre que ayudó a rescatar a dos pasajeros. La escena era devastadora: maletas esparcidas, asientos arrancados, cuerpos cubiertos con sábanas improvisadas.
Las autoridades acordonaron el lugar para continuar con las investigaciones periciales y verificar si el autobús cumplía con las normas de seguridad. La empresa Oro no ha emitido un pronunciamiento público hasta el momento.
RUTAS PELIGROSAS, TRAGEDIAS REPETIDAS
Esta no es la primera vez que ocurre una tragedia en ese tramo. Las carreteras de La Montaña son estrechas, mal iluminadas y llenas de curvas mortales. Transportistas y usuarios han denunciado durante años la falta de mantenimiento, señalética y vigilancia.
Mientras los heridos luchan por recuperarse y las familias lloran a sus muertos, una pregunta resuena con fuerza en la región: ¿cuántas tragedias más deben ocurrir para que se invierta en seguridad vial en una de las zonas más olvidadas del país?
Síguenos en @LaNotaDeMexico
