El ajedrez de los Guzmán: ¿qué se oculta tras la colaboración de El Ratón?

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Joaquín y Ovidio Guzmán.

LANOTA.-   El pasado 30 de junio, en un giro que pocos esperaban y que mantiene en vilo a las autoridades mexicanas y estadounidenses, Ovidio Guzmán, alias El Ratón y uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, firmó un documento que abrió una nueva puerta en el complejo tablero judicial del narcotráfico internacional.

Con esta firma, las autoridades de Estados Unidos lograron trasladar los cargos en su contra desde la Fiscalía de Nueva York a la Fiscalía de Illinois, un movimiento que no es sólo burocrático, sino que podría ser la señal de negociaciones ocultas y acuerdos estratégicos.

EL ACUERDO QUE PUEDE CAMBIAR EL JUEGO

Este traslado de cargos no es un simple trámite: abre la posibilidad de que Ovidio esté más cerca que nunca de alcanzar un acuerdo con las autoridades estadounidenses. Un pacto que podría traer consigo consecuencias de largo alcance, incluida la apertura de un juicio contra otro de los grandes capos del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada.

En medio de este escenario, la figura de Ovidio no sólo emerge como un narcotraficante encerrado en una batalla legal, sino también como un actor clave que podría transformar el rumbo de las investigaciones. La posibilidad de que “El Ratón” colabore con la justicia estadounidense abre interrogantes sobre la lealtad familiar y las sombras que aún se ocultan tras el imperio criminal que construyeron.

COLABORACIÓN Y REDES FAMILIARES

Mike Vigil, ex jefe de Operaciones Internacionales de la DEA, conversa con esta casa editorial para arrojar luz sobre esta trama que parece sacada de un thriller. Según Vigil, la colaboración de Ovidio con las autoridades comenzó meses atrás, justo después de su extradición en septiembre de 2023.

“Ovidio ha estado colaborando con los Estados Unidos. En realidad, comenzó a colaborar cuando fue extraditado en 2023, le permitían que se comunicara con su hermano Joaquín Guzmán López para que se entregara”, reveló Vigil.

Este dato es clave: la comunicación entre los hermanos Guzmán parece haber sido una pieza central para acelerar la caída de “El Mayo” Zambada, otro líder histórico del Cártel de Sinaloa, capturado en Estados Unidos en una operación que Vigil califica como “un regalo de los cielos” para las autoridades.

UNA CAÍDA PLANIFICADA, UN AJEDREZ EN MOVIMIENTO

Para el periodista Luis Chaparro, la entrega de “El Mayo” Zambada no fue casual. Según sus fuentes, la maniobra habría sido orquestada por el propio Joaquín Guzmán, con la intención de proteger a su hijo y a la familia, y quizás para sacar ventaja en la negociación que hoy parece estar en curso.

“Hay una negociación entre agentes y los abogados de la familia Guzmán en Estados Unidos. (…) Obviamente que la idea es del Chapo. Al principio de El Chapo no se habló nada. Joaquín se quería entregar”, señaló Chaparro.

Este entramado de negociaciones, entregas y acusaciones esconde una verdad todavía velada. El Cártel de Sinaloa, otrora invencible, enfrenta ahora una crisis interna y legal que podría terminar por desmantelar su estructura desde adentro.

¿UN GIRO INESPERADO?

Con Ovidio y Joaquín aparentemente colaborando con la justicia, la posibilidad de que sean usados como piezas clave para desarticular a “El Mayo” y a otros líderes, cambia las reglas del juego. El paso de los cargos a Illinois, lejos de ser un mero traslado, parece una jugada estratégica para avanzar hacia un juicio que podría tener revelaciones explosivas.

Lo que está claro es que en esta partida, los secretos que guardan “El Ratón” y su familia podrían redefinir el mapa del narcotráfico en México y Estados Unidos. Y mientras el mundo observa con atención, las piezas siguen moviéndose en un ajedrez donde cada jugada esconde un misterio. (Con información de Infobae)

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