LANOTA.MX. – El golpe al corazón de Los Chapitos ha sido brutal. En cuestión de horas, dos de los hombres más cercanos a Iván Archivaldo Guzmán, José Ángel Canobbio Insunza, alias “El Güerito”, y Kevin Alonso Gil Acosta, alias “El 200”, fueron capturados en Culiacán, marcando un punto de quiebre para la facción más sanguinaria del Cártel de Sinaloa.
El periodista Luis Chaparro, en su programa Pie de Nota, advirtió que estas detenciones son parte de una ofensiva más grande para desmantelar la estructura de seguridad de Iván Archivaldo. “Le pisan los talones, lo buscan hasta en las alcantarillas. En una sola noche, dos de sus operadores más leales caen, y su red de protección se debilita cada vez más”, señaló en su transmisión del 20 de febrero.
¿QUIÉNES HAN CAÍDO?
EL GÜERITO: LA MENTE FINANCIERA
José Ángel Canobbio Insunza, “El Güerito”, no solo era un jefe de seguridad, sino también un operador clave en el lavado de dinero y distribución de fentanilo. Su detención en la colonia Las Quintas sorprendió a muchos, pues se especula que se entregó sin resistencia para negociar su futuro con Estados Unidos. Horas antes de su captura, su expediente en territorio estadounidense fue actualizado, asignándole una audiencia con un juez especializado en extradiciones.
EL 200: LA MANO DERECHA DE IVÁN
Kevin Alonso Gil Acosta, alias “El 200”, era mucho más que un simple escolta. Era la sombra de Iván Archivaldo, su brazo armado y el encargado de garantizar su seguridad. Fue detenido en Culiacancito, pero su jefe logró escapar a través de túneles conectados con el alcantarillado de la ciudad, una estrategia que recuerda el histórico escape de su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
LOS PRÓXIMOS EN LA LISTA
Con El Güerito y El 200 fuera de juego, las autoridades han fijado su atención en dos figuras estratégicas dentro de Los Chapitos:
“EL 27” O “LA PERRIS”: EL ARQUITECTO DE LA GUERRA
Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El 27” o “La Perris”, es un sicario de élite que ha participado en los eventos más violentos de Los Chapitos. Desde el primer “Culiacanazo” en 2019, cuando Ovidio Guzmán fue capturado y liberado por una ofensiva armada, hasta la guerra contra la facción de Ismael “El Mayo” Zambada, este hombre ha sido pieza clave en la expansión del grupo.
Estados Unidos lo acusa de tráfico de fentanilo, torturas y asesinatos brutales. Documentos filtrados indican que era el encargado de realizar “experimentos” en víctimas con dosis letales de fentanilo para probar la potencia de su mercancía antes de enviarla al mercado. Washington ha puesto una recompensa de un millón de dólares por su captura.
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“EL PANU”: EL ESTRATEGA INVISIBLE
Óscar Noé Medina González, alias “El Panu”, es el cerebro detrás de la logística y las operaciones de Los Chapitos. A diferencia de otros sicarios, él no busca reflectores ni protagonismo, pero su influencia es innegable. Se le señala como el creador del grupo de sicarios conocido como Los Ninis y el hombre que diseñó los operativos de rescate durante el Culiacanazo de 2019.
Estados Unidos lo considera una de las mayores amenazas del crimen organizado en México y ha ofrecido una recompensa de 4 millones de dólares por información que lleve a su arresto. Se le responsabiliza de ordenar ataques en Ciudad Juárez y de coordinar operaciones en la frontera para expandir el tráfico de drogas.
EL PRINCIPIO DEL FIN PARA LOS CHAPITOS
Con estas detenciones y la creciente presión sobre sus operadores, la estructura de Iván Archivaldo se tambalea. Expertos en seguridad advierten que su captura es cuestión de tiempo, y que su caída podría provocar una fractura dentro del Cártel de Sinaloa, generando nuevos enfrentamientos por el control del territorio.
Mientras tanto, los operativos continúan y las autoridades han reforzado la vigilancia en Sinaloa, Chihuahua y otras plazas estratégicas. El cerco se cierra, y cada vez hay menos salidas para Iván Archivaldo y su círculo más cercano.
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