¿Cuitláhuac intocable? Nahle modera su discurso luego del espaldarazo de Sheinbaum

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Cuitláhuac García y Rocío Nahle.

LANOTA.“No conozco el tema, lo leí hoy en los medios, pero no tengo información.” Con esa frase, la presidenta Claudia Sheinbaum desactivó, al menos en lo público, la bomba que soltó días antes la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, contra su antecesor y hoy funcionario federal, Cuitláhuac García Jiménez.

Eso sí, la mandataria no dejó dudas de a quién le da su voto de confianza: “Tengo la mejor opinión de Cuitláhuac… está haciendo un gran trabajo en CENAGAS.”

Pero la declaración presidencial no cayó en saco roto. Apenas unas horas después, la misma Nahle —quien días antes había advertido que “su responsabilidad era cuidar el patrimonio de Veracruz” y denunciar los desfalcos detectados— suavizó el tono. En un mensaje que contrastó con su firmeza anterior, publicó: “Tengo una buena relación con Cuitláhuac García”.

MIL 600 MILLONES QUE CAMBIARON DE PESO

La denuncia de la gobernadora no era poca cosa: un presunto desfalco por mil 600 millones de pesos en la Secretaría de Salud estatal, correspondiente únicamente a la Cuenta Pública 2023.

El origen: contratos otorgados a empresas de reciente creación y observaciones que, según Nahle, no fueron solventadas dentro del plazo legal ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En su momento, la gobernadora no titubeó: “No vamos a encubrir a nadie.” La denuncia fue presentada, y su gobierno incluso detalló el procedimiento: revisión de observaciones, vencimiento de plazo para solventar, conocimiento y denuncia ante las instancias correspondientes.

Pero tras el espaldarazo de Sheinbaum a Cuitláhuac —quien dejó la gubernatura para ser premiado con un cargo federal— la narrativa cambió. Nahle prefirió resaltar la “estabilidad política” y una gobernanza que, según ella, funciona en armonía. Una versión más tersa, más institucional… y mucho menos incendiaria.

¿JUSTICIA O LÍNEA POLÍTICA?

El episodio deja más preguntas que respuestas. ¿Fue una denuncia con dientes o un mensaje político de advertencia? ¿Pesó más la institucionalidad o la disciplina partidista? Lo que sí quedó claro es que en la 4T, la línea se traza desde Palacio. Y a veces, incluso las denuncias por mil 600 millones pueden desvanecerse entre elogios y buenas relaciones.

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