De preso en Texas a aspirante a juez en Durango

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Candidato a juez estuvo preso en Texas.

LANOTA. Por si hacía falta más surrealismo en la elección judicial, llega Leopoldo Javier Chávez Vargas: exconvicto por narcotráfico en Texas, recién titulado en Derecho… y ahora candidato a juez de distrito.

Leopoldo Javier Chávez Vargas, aspirante a juez federal en Durango, carga en su historial con algo más que diplomas: fue condenado por tráfico de metanfetamina en 2015 en el distrito sur de Texas y purgó casi seis años en una prisión federal de Estados Unidos. Aun así, su nombre apareció —sin rubor alguno— en la lista oficial de candidaturas del INE para la elección judicial del 1 de junio, impulsada por el Ejecutivo federal.

La revelación vino del periodista Luis Chaparro, director de Pie de Nota, quien difundió en la red social X una imagen del registro penitenciario del Buró de Prisiones de Estados Unidos (BOP) —número de preso 99757-379— junto con el perfil del aspirante alojado en el sitio oficial eleccionjudicial.org.

TÍTULO RECIÉN HORNEADO, EXPERIENCIA EN CORTE DE EE. UU. (¿CUÁL?)

Según los requisitos del proceso judicial, para ser juez hay que tener título de abogado y cinco años de experiencia profesional. Nada fuera de lo común… salvo que la cédula profesional de Chávez Vargas fue expedida en 2024 por el Instituto Bilingüe de Durango, es decir, después de haber salido de prisión. Y aún así, él asegura tener más de cinco años de experiencia, nada menos que en la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos. ¿Desde la celda?

“Más allá de la experiencia que contamos todos los perfiles”, dijo en entrevista, “lo importante es tener vocación”. Y vaya que la tiene: hasta una maestría está cursando en la flamante “Universidad Trilingüe”, institución cuya existencia aún no queda del todo clara.

CAMPAÑA ADELANTADA Y PERDONADA

El historial no acaba ahí. Chávez Vargas también fue señalado por actos anticipados de campaña. La magistrada Janine Otálora propuso sancionarlo por promocionarse antes del 30 de marzo. Sin embargo, la Sala Superior del TEPJF decidió no hacer olas: no hubo llamado expreso al voto, dijeron. Y aquí no pasó nada.

¿GARANTE DE LA LEGALIDAD?

En su perfil oficial, el exconvicto convertido en candidato escribe con solemnidad: “Quiero ser juez para garantizar el acceso a la justicia para todos por igual, con imparcialidad, legalidad y compromiso”.

Pero su caso pone en duda no solo su propia elegibilidad, sino el diseño completo de esta inédita elección judicial. ¿Cómo pasa el filtro del INE alguien con antecedentes penales graves y una cédula profesional recién estrenada?

Tal vez lo más preocupante no sea que Chávez Vargas aspire a impartir justicia, sino que el sistema —supuestamente basado en filtros constitucionales— le haya abierto la puerta sin pestañear.

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