LANOTA.MX.- Los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump siguen siendo una amenaza real para la economía mexicana, sobre todo para aquellos sectores que más dependen de las exportaciones a Estados Unidos.
En una economía global cada vez más interdependiente, cualquier medida proteccionista genera efectos dominó que no solo afectan a grandes industrias, sino también a las pequeñas y medianas empresas, así como a miles de trabajadores que dependen de estos sectores. En esta ocasión, los sectores automotriz, agropecuario y de acero y aluminio parecen ser los más vulnerables a los efectos de estas medidas.
A continuación, te contamos cómo podrían impactar estos tres sectores clave de la economía mexicana.
1. Industria Automotriz: El motor de muchas familias mexicanas
La industria automotriz no es solo una de las más grandes de México, sino también una de las que más empleos genera y cuya producción, en su mayoría, va destinada al mercado estadounidense. Sin embargo, con los aranceles de Trump en el horizonte, este sector se enfrenta a desafíos serios:
- Aumento de costos y pérdida de competitividad: El incremento de aranceles podría hacer que los autos mexicanos sean más caros en el mercado estadounidense, lo que reduciría la demanda. Esto no solo afecta a los grandes fabricantes, sino a toda la cadena de proveedores de autopartes y servicios asociados, muchas veces pequeños negocios familiares que dependen directamente de las grandes ensambladoras. Según la Secretaría de Economía, las exportaciones de vehículos y autopartes representan más del 20% de las exportaciones totales de México.
- Reajustes en la cadena de suministro: Las plantas mexicanas que importan piezas y materiales de Estados Unidos para la producción de autos enfrentarían mayores costos, lo que podría provocar un ajuste en su producción. Esto podría traducirse en menos trabajo para los obreros mexicanos que dependen de la industria. De acuerdo con AMIA (Asociación Mexicana de la Industria Automotriz), las exportaciones de vehículos a Estados Unidos representan el 75% de las exportaciones de este sector.
- Impacto en el empleo: Las consecuencias en los empleos van más allá de los fabricantes, ya que las comunidades que rodean las plantas automotrices pueden ver una disminución en la actividad económica local, con menores ingresos y menor demanda de servicios. Este impacto se refleja en estados como Coahuila y San Luis Potosí, donde el empleo directo e indirecto en la industria automotriz es significativo.
2. Sector Agropecuario: La vulnerabilidad de los productos frescos
México es uno de los mayores exportadores de productos agrícolas a Estados Unidos, especialmente frutas y verduras que tienen gran demanda en el mercado estadounidense. Sin embargo, los aranceles podrían poner en riesgo la rentabilidad de estos productos y las vidas de muchos agricultores que dependen de estas exportaciones para su sustento:
- Productos más caros, menor demanda: Con los aranceles, los precios de los productos agrícolas mexicanos podrían aumentar, lo que haría que los consumidores estadounidenses busquen alternativas más baratas en otros países. Esto podría afectar a miles de productores mexicanos, especialmente en zonas rurales donde la agricultura es la principal fuente de ingresos. SADER (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural) ha informado que las exportaciones de frutas y hortalizas representan más de 10 mil millones de dólares anuales, principalmente a Estados Unidos.
- Impacto directo en las comunidades rurales: Más allá de las grandes cifras, hay miles de familias que dependen directamente de los cultivos de aguacates, berries, tomates y otros productos. Si las exportaciones caen, esto podría significar menos ingresos para ellos, afectando no solo su economía familiar, sino también el bienestar de las comunidades rurales en estados como Michoacán y Sinaloa.
- Perdida de mercados y precios bajos: Para los pequeños productores, los márgenes de ganancia ya son bajos. Los aranceles podrían hacer que la situación sea insostenible, y algunos podrían verse obligados a abandonar el cultivo o a reducir su producción. Según el Banco de México, la agricultura mexicana ha enfrentado desafíos desde que las políticas arancelarias se han intensificado.
3. Industria del Acero y Aluminio: Una batalla difícil con las grandes potencias
La industria del acero y el aluminio también es un sector clave para la economía mexicana, especialmente para la construcción y la manufactura. Sin embargo, la presión de los aranceles estadounidenses podría ahogar aún más a estos sectores, que ya enfrentan desafíos por las políticas proteccionistas previas:
- Competencia más difícil: México exporta grandes volúmenes de acero y aluminio a Estados Unidos, pero si los costos suben debido a los aranceles, los precios de estos materiales serán menos competitivos frente a los productores de otros países, como China o Brasil. Esto podría reducir la demanda y afectar tanto a las grandes empresas como a los productores más pequeños. Canacero (Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero) ha señalado que la industria del acero en México es esencial para sectores como la construcción y la automotriz.
- Aumento de costos en la producción nacional: Las empresas mexicanas que dependen de insumos importados de Estados Unidos para producir acero y aluminio enfrentarían mayores costos, lo que afectaría su capacidad de exportación y podría resultar en precios más altos para los consumidores. Según Cemex, una de las mayores cementeras de México, los costos del acero afectan directamente los precios de las infraestructuras en el país.
- Efecto dominó en el empleo y la inversión: Si las empresas mexicanas pierden competitividad en este sector, el impacto no solo afectaría las grandes fábricas, sino también a las comunidades que dependen de este tipo de producción. En lugares como Monclova o Lázaro Cárdenas, donde la industria pesada es una fuente clave de empleo, los efectos podrían ser devastadores. El INEGI ha reportado que los sectores relacionados con el acero y la construcción emplean a miles de trabajadores, cuyas condiciones laborales están estrechamente vinculadas al dinamismo de estas industrias.
OTROS DAÑOS COLATERALES
Los aranceles de Trump no solo afectan a los grandes conglomerados industriales, sino que también golpean a los pequeños productores, trabajadores y comunidades que viven de estos sectores. Con una economía que depende en gran medida de las exportaciones hacia Estados Unidos, México enfrenta el reto de diversificar sus mercados y adaptarse a un entorno económico cada vez más incierto. Mientras tanto, miles de personas, desde obreros hasta pequeños agricultores, se preparan para una batalla que podría afectar su sustento y el de sus familias.