LANOTA.– La salida del director jurídico de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Heladio Elías Ramírez Pineda, ha puesto nuevamente bajo el foco el manejo interno de los órganos autónomos del Estado. La renuncia, confirmada por Javier Herrera Borunda, presidente de la Comisión de Vigilancia de la ASF, se da en medio de una denuncia por acoso, aunque los detalles permanecen parcialmente ocultos.
Según Herrera Borunda, la queja estaba documentada y vinculada a temas de acoso, y aunque la Unidad de Evaluación y Control (UEC) nunca dejó de actuar, en algún momento se solicitó la renuncia de Ramírez Pineda. Sin embargo, la ASF, como órgano con autonomía técnica, no tiene obligación de informar a la Comisión de Vigilancia sobre estos movimientos, lo que deja un vacío de información para la ciudadanía y los legisladores.
RENUNCIA SIN EXPLICACIONES
El 13 de agosto, el Auditor Superior de la Federación, David Colmenares, pidió formalmente la renuncia de Ramírez Pineda, quien respondió con un oficio que no mencionaba los motivos de su salida. En su carta, el ex funcionario se limita a agradecer la confianza recibida y resaltar valores como ética, transparencia y eficiencia, sin hacer referencia alguna a la denuncia o al proceso que derivó en su renuncia.
AMPARO Y LINAJE POLÍTICO
Ramírez Pineda, hijo del exgobernador priista de Oaxaca, Heladio Ramírez, ya cuenta con un amparo, un dato que podría ser interpretado como un intento de protegerse legalmente frente a futuras consecuencias del caso.
Este episodio abre nuevamente la discusión sobre la transparencia y la rendición de cuentas en los órganos autónomos, donde los procedimientos internos muchas veces quedan bajo el manto del secretismo institucional, dificultando que la ciudadanía conozca a fondo los criterios que guían la permanencia o salida de funcionarios públicos.
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