LANOTA.- Israel e Irán están inmersos en su enfrentamiento más cruento en la historia reciente. Este miércoles, en el sexto día consecutivo de fuego cruzado, aviones israelíes bombardearon instalaciones clave en Teherán mientras Irán respondió lanzando misiles hipersónicos Fattah hacia Israel. El saldo: más de 248 muertos entre ambos bandos y una región al borde de un conflicto de gran escala.
¿QUÉ PASÓ HOY?
- Israel destruyó centrales de centrifugadoras en Karaj, infraestructura esencial para el enriquecimiento de uranio.
- Irán lanzó una nueva andanada de misiles, incluyendo el Fattah, diseñado para evadir sistemas antiaéreos.
- Donald Trump afirmó que Irán quiere negociar, pero dejó abierta la posibilidad de intervenir militarmente: “Nadie sabe lo que voy a hacer“.
- El líder supremo iraní, Ali Khamenei, advirtió que su país “nunca se rendirá” y amenazó con “daños irreparables” si EE. UU. se une al conflicto.
IMPACTO CIVIL Y RESPUESTA MILITAR
El conflicto ya ha dejado 224 muertos en Irán y 24 en Israel. En Haifa, una mujer dio a luz a trillizas en un hospital subterráneo mientras caían misiles. Israel mantiene alerta total, con el Comando del Frente Interior ordenando a la población resguardarse en refugios.
La ONU y China lanzaron llamados a la moderación. Antonio Guterres advirtió de las “enormes consecuencias” de una posible intervención internacional más amplia. China, por su parte, acusó a Israel de ignorar el derecho internacional.
¿CÓMO RESPONDE WASHINGTON?
Mientras se confirma que tres aviones iraníes, incluyendo el presidencial, se dirigen a Omán posiblemente para iniciar negociaciones, el gobierno de Trump evalúa su próxima jugada. El secretario de Defensa Pete Hegseth señaló que el Pentágono está “listo para ejecutar cualquier decisión“. A la vez, la embajada estadounidense en Israel inició planes de evacuación voluntaria para sus ciudadanos.
UN CONFLICTO SIN PRECEDENTES
Este es el enfrentamiento más directo y sostenido entre Irán e Israel. Aunque ambos países se han enfrentado indirectamente por años a través de milicias y ataques cibernéticos, esta guerra abierta plantea una escalada con potencial destructivo regional e incluso global.
En el fondo, se trata del control del programa nuclear iraní, la seguridad israelí, y un pulso por la hegemonía en Medio Oriente.
Lo que sigue podría cambiar la historia del siglo XXI.
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