“Es sólo cuestión de tiempo”: EU teme ataques del narco con drones

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Estados Unidos en alerta por posibles ataques con drones.

LANOTA. Cuando cae la noche sobre el desierto, no todo es silencio. A simple vista, la oscuridad parece tragarse el horizonte que divide México y Estados Unidos. Pero en lo alto, más allá del ojo humano, algo zumba. Son drones. Pequeños, invisibles, certeros. Y según las autoridades de Estados Unidos, no sólo están transportando droga: podrían estar afinando su puntería.

El 22 de julio, en una comparecencia ante el Senado de los Estados Unidos que dejó entrever un futuro inquietante, Steven Willoughby, director de la Oficina de Gestión del Programa de Sistemas de Aviones No Tripulados del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), lanzó una advertencia contundente: “Es solo cuestión de tiempo antes de que los estadounidenses o las fuerzas del orden sean blanco de ataques en la región fronteriza.”

La afirmación, respaldada por datos duros y ejemplos escalofriantes, activó las alertas en Washington. Durante los últimos seis meses de 2024, más de 27 mil drones fueron detectados a menos de 500 metros de la frontera sur, la mayoría volando a altitudes prohibidas y, sobre todo, entre las 8 de la noche y las 4 de la mañana, cuando la oscuridad es cómplice y testigo.

UN ENEMIGO SILENCIOSO Y LETAL

Willoughby describió un escenario en el que las organizaciones criminales transnacionales, como el Cártel de Sinaloa, han perfeccionado una nueva forma de guerra: el uso de drones como armas de contrabando, vigilancia e incluso ataque.

La cifra es abrumadora: desde 2019, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) ha incautado miles de kilogramos de metanfetamina, fentanilo y otras drogas que intentaban cruzar vía aérea, en vuelos no autorizados y nocturnos. Tan sólo en el segundo semestre de 2024, se confiscaron 545 kilos de narcóticos transportados por drones.

Un caso particularmente alarmante ocurrió en octubre de 2023, cuando la CBP interceptó un dron con 1.6 kilos de pastillas de fentanilo, cantidad suficiente para provocar decenas de miles de muertes por sobredosis.

Pero el tráfico no es lo único. Los drones también vigilan el movimiento de agentes fronterizos, realizan espionaje estratégico y, en lo que podría representar un punto de quiebre, han sido usados en ataques con explosivos y armas de fuego, en conflictos internos entre cárteles.

GUERRA AÉREA ENTRE CÁRTELES

Lo que comenzó como una táctica de contrabando ha escalado a un conflicto con capacidad de fuego aéreo. Según el funcionario estadounidense, desde agosto de 2024, las facciones en pugna dentro del Cártel de Sinaloa –particularmente aquellas ligadas a “Los Chapitos”– han iniciado una serie de ataques con drones cargados de explosivos.

Las ofensivas, dirigidas entre ellos mismos, muestran un nivel de sofisticación que preocupa a los especialistas: “Los drones han llevado a cabo ataques cinéticos con cargas explosivas, armas de fuego y armas de destrucción masiva”, subrayó Willoughby.

Y si los cárteles pueden usar drones para atacar a sus rivales, ¿qué los detendría de hacerlo contra autoridades mexicanas… o estadounidenses?

¿UN ATAQUE INMINENTE EN TERRITORIO DE EU?

La pregunta que flota en los pasillos del Capitolio es tan evidente como alarmante: ¿Está la frontera sur al borde de una nueva etapa del conflicto con el crimen organizado? Para Willoughby, los indicios apuntan a que sí.

La CBP ha arrestado a más de 1,500 personas asociadas a vuelos ilegales de drones en lo que va del año, y las señales de militarización de estas aeronaves por parte del crimen organizado se intensifican.

El dron, antes símbolo de tecnología civil y entretenimiento, ahora se ha convertido en una amenaza que atraviesa la frontera sin ser vista, pero con capacidad para matar.

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