¿Mensaje a Trump? ¿Golpe a Drake? Kendrick Lamar y el simbolismo en el Super Bowl

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El simbolismo de Kendrick Lamar.

LANOTA.MX. El Super Bowl 2025 fue testigo de un espectáculo electrizante a cargo de Kendrick Lamar, quien transformó el escenario del Caesars Superdome de Nueva Orleans en una expresión de identidad, resistencia y controversia.

“LA REVOLUCIÓN ESTÁ A PUNTO DE SER TELEVISADA”

En un momento clave del show, Lamar lanzó una frase que resonó con fuerza: “La revolución está a punto de ser televisada”, solo para matizarla segundos después con un dardo inesperado: “Escogieron el momento adecuado, pero al tipo equivocado”.

El mensaje fue interpretado como una negación de su papel como líder político o símbolo de lucha social, una imagen que le ha sido atribuida a lo largo de su carrera. Pero la puesta en escena de su espectáculo dejó en claro que, aunque Lamar no busca liderar un movimiento, tampoco se queda callado.

UN VIDEOJUEGO LLAMADO KENDRICK

El escenario fue diseñado por el propio Lamar y estaba inspirado en un mando de PlayStation, simbolizando que su vida es como un videojuego. Shelley Rodgers, directora de arte del evento, explicó que el concepto era una forma de conectar con los jóvenes y reflejar su viaje dentro del sueño americano.

Uno de los elementos más llamativos fue la aparición de Samuel L. Jackson, vestido como el Tío Sam, quien intervino en varias ocasiones para situar el espectáculo dentro de la narrativa del “gran juego estadounidense”.

EL BUICK GNX: UN TROFEO DE COMPTON

Uno de los momentos más impactantes del show se dio cuando varios bailarines emergieron de un Buick GNX, un auto clásico que ha sido icónico en la carrera de Lamar tras aparecer en la portada de su último álbum. Para lograr el efecto visual, el equipo de producción tuvo que modificar un vehículo, pues el original se encontraba en la cochera del rapero.

Shelley Rodgers confesó que encontrar un GNX en buen estado fue un reto monumental, pues tras la portada del disco, el precio de este clásico se disparó, y el auto que finalmente encontraron tenía problemas legales porque el dueño original había fallecido. Ahora, después del Super Bowl, el valor del Buick GNX podría dispararse aún más.

POLÍTICA, PANDILLAS Y UNA BANDERA DE GAZA

El show también tuvo una fuerte carga política. Entre el público se encontraba el presidente Donald Trump, cuya presencia dio un matiz aún más simbólico al espectáculo.

Los bailarines de Lamar, vestidos en rojo, blanco y azul, parecían representar tanto a la bandera estadounidense como a las pandillas de Los Ángeles, evocando la eterna lucha de Crips y Bloods. En el momento cumbre, los artistas formaron una bandera gigante de EE.UU. y levantaron el puño en un claro gesto de poder negro.

La controversia se intensificó cuando un miembro del elenco desplegó una bandera en apoyo a Gaza y Sudán, lo que generó una reacción inmediata por parte de la seguridad. La NFL se apresuró a emitir un comunicado asegurando que nadie en la producción estaba al tanto de esta acción.

UN MISIL PARA DRAKE… Y LA APARICIÓN DE SERENA WILLIAMS

El espectáculo también incluyó un dardo directo a Drake, con quien Lamar ha mantenido una rivalidad encarnizada en los últimos meses. El rapero insinuó que interpretaría su éxito “Not Like Us”, un tema abiertamente dirigido a su rival canadiense.

“Quiero tocar su canción favorita, pero ya saben cuánto les gusta demandar”, soltó Lamar antes de que los primeros acordes resonaran en el estadio. Al final, pronunció el nombre de Drake con una expresión desafiante, lo que provocó una reacción electrizante en el público.

Pero la estocada final llegó con una sorpresiva aparición de Serena Williams, exnovia de Drake. Vestida con un traje de tenis azul y blanco, Williams se convirtió en el golpe de gracia dentro de esta guerra de egos en el hip-hop.

EL SIGNIFICADO DEL LOOK DE LAMAR

Más allá del show, Lamar también envió mensajes a través de su atuendo. Optó por unos vaqueros de campana de Celine y una chaqueta de Martine Rose con la palabra “Gloria” bordada en el pecho, en referencia a su canción homónima en el álbum GNX. Complementó su imagen con un sombrero de ala ancha y una llamativa cadena con la letra “a”.

Con un mensaje político, un golpe a su rival y una puesta en escena innovadora, Kendrick Lamar no solo conquistó el Super Bowl, sino que también dejó un espectáculo que quedará en la memoria colectiva.

@LaNotaDeMexico

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