LANOTA.- El dictamen de las leyes secundarias para formalizar la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) trae bajo el brazo una bomba política: elementos activos del cuerpo militar-policial podrán acceder a cargos de elección popular, según el texto que la mayoría en la Cámara de Diputados prevé aprobar este mismo martes.
LICENCIAS PARA SER CANDIDATOS… CON EL VISTO BUENO DEL JEFE SUPREMO
El artículo 44 del nuevo proyecto de Ley de la Guardia Nacional —que sustituirá a la actual— abre la puerta para que personal activo con formación militar y policial solicite “licencia especial” para contender por un cargo público, asumir funciones civiles en los tres niveles de gobierno o trabajar en organismos descentralizados. ¿El único requisito? Autorización directa del Ejecutivo federal o de la Sedena.
“Huele a autoritarismo, a golpe de Estado”, lanzó la coordinadora de Movimiento Ciudadano, Ivonne Ortega, al advertir que estas licencias podrían permitir la militarización del poder civil desde las urnas, sin contrapesos institucionales.
MILITARES EN EL GOBIERNO CIVIL: SIN FILTROS NI CONTRAPESOS
El dictamen no solo contempla candidaturas. También permite que estos elementos castrenses se integren a gobiernos estatales o municipales, organismos públicos o empresas estatales, todo sin pasar por Congreso ni consulta pública.
“LO QUE DICE ESE ARTÍCULO ES SIMPLEMENTE INCONSTITUCIONAL”
El diputado del PVEM, Raúl Bolaños, alzó la voz:
El documento establece que será la presidenta Claudia Sheinbaum o el titular de la Sedena quienes decidan si se concede o no la licencia. Y solo por el tiempo necesario para cumplir con la encomienda.
“Nada está por encima de la Constitución. Lo que dice ese artículo es simplemente inconstitucional.”
Aun así, todo indica que la mayoría de Morena y sus aliados impulsarán la votación este martes. La militarización del país ya no solo será en las calles: también podría llegar a las urnas.
¿UNA GUARDIA CON MÁS PODER QUE NUNCA?
Si se aprueba este dictamen, México entrará en terreno inédito: militares que no solo garantizan la seguridad pública, sino que también podrían construir poder político desde las campañas.
La promesa de regresar a los cuarteles quedó atrás. Ahora, podrían llegar a las boletas.
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